La administracion digital

Este texto está dedicado al Ministro del Interior, Grande-Marlaska, para reforzar la idea de que la vida (a veces) te ofrece bromas que te ayudan a mejorar.

Soy una persona muy mayor y con alguna activid, lo que hace que de vez en cuando tenga que renovar diversos papeles oficiales: me ha llegado el turno al carnet de identidad (el DNI) que preciso que incorpore la identidad digital. Fui no hace mucho a una Comisaría para arreglar el asunto.

En la Comisaria, el trato fue estupendo con colas bien organizadas para diversas solicitudes: una, la digitalización.

Pronto llegó mi turno. Un agente me ayudó a entenderme con la máquina encargada del asunto. No conseguíamos respuesta positiva de ninguna manera al hecho de colocar el dedo índice de una mano (o de la otra) en la típica luz de reconocimiento de huellas digitales. Preocupación.

«Perdone: ¿le importa pasarse el dedo índice por la frente?».

Así lo hice. Pero la máquina no respondió. «Creo que lo oportuno es que se haga usted un carnet digital nuevo y no utilizar este que es muy viejo».

«Buenas tardes y muchas gracias. Muy amables.»

Poco después, me acerqué a otra Comisaría y les conté mis dificultades tecnológicas. «No se preocupe: le hacemos un carnet digital nuevo». Y me invitaron a pasar el dedo índice por la típica luz roja de huellas digitales. La máquina no respondía ni al derecho ni al izquierdo.

«Mire: frótese el dedo índice en la frente y provemos otra vez» Así lo hice, pero sin éxito. «Pruebe con el izquierdo». Y sí, el dedo índice izquierdo pasado por la frente fue aceptado por la máquina y el proceso de nuevo carnet de identidad digital se puso en marcha.

dHoy tengo en mi poder un nuevo carnet de identidad que me resulta complicado llamarlo digital; pero lo tengo y funciona. Otra cosa es que ya me avisaron de que sólo tiene dos años de vigencia para temas de Hacienda, cuatro para otras administraciones y permanente para identificación general. Habrá que volver para verificar si la nueva vida digital por la que lucha la Administración ha de pasarse por la frente como paso previo.

El Gobierno ha declarado solemnemente que ha emprendido la digitalización de la gestión del Estado. Con mi pasado y mi presente de años ligados a la tecnología, aquí no hay ni una broma: hay un consejo; digitalización viene de «dedo», pero es mucho más que eso.

Suerte a todo un Gobierno que seguro que ha entendido lo que es «digitalizar» y que acepta que esta columna le quiere dar ánimo y desear éxitos.

Original en liuissolana.com