¡¡Así, así gana el Madrid!!

El Santiago Bernabéu, volvió a vivir una noche mágica  como aquellas de los años 80. En un partido para la historia y para el recuerdo, el Real Madrid remontó la eliminatoria al todopoderoso París Saint Germain, venciendo por (3-1), 3-2 en el cómputo total y clasificándose por todas las de le ley para los cuartos de final de la Champions.
  Cuando de Europa se trata, el Real Madrid es el Rey. Se envuelve de un embrujo especial que se lleva por delante lo terrenal y lo divino. Así lo demostró ante el equipo de un estado, el PSG al que le levantó una eliminatoria casi imposible, arrollándole en un segundo tiempo para enmarcar  en cuanto a espíritu de sacrificio, de lucha y de ese algo más, que muchas veces hay que poner sobe la mesa.
  Benzema, el alma mater de este equipo, fue el autor de los tres goles y entra en la historia del madridismo porque ha superado a la figura emblemática , Alfredo Di Stéfano. Suma ya 309 tantos.
 
    Los más viejos del lugar y no tanto, recordarán aquellas remontadas de los años 80 con los Santillana, Juanito, Camacho y un poco más tarde Butragueño, Michel etc… Fueron gestas que están en la historia del Madrid.
 
    Pues la noche del 9 de marzo del 2022, entra en esa historia de las remontadas épicas. Benzema, Modric (los dos auténticos baluartes de este Madrid) y demás  compañeros, han hecho reverdecer aquellos recuerdos imborrables en la memoria del madridismo. Y, lo han hecho frente a un rival que les había dominado durante el primer periodo. El equipo francés era superior con sus tres tenores -Mbappé, Messi y Neymar-, reinando sobre el terreno de juego, sobre todo Mbappé, el factor fundamental del conjunto parisino
  No parecía haber antídoto contra el magnífico jugador francés,autor del gol en París y del 0-1 en el Bernabéu. Además, remató dos veces a la red, tantos que fueron anulados por fuera de juego, pero donde dejó su sello de ser un jugador espectacular. La ventaja del PSG al descanso,  era el resultado lógico  al mejor juego de los franceses.
  Los presagios para el segundo tiempo no invitaban al optimismo. Todo apuntaba a una catástrofe . Al descanso nadie daba un duro por este Madrid que había comenzado con brío para ir apagándose poco a poco. El equipo blanco parecía muerto.  Y más aún , porque en el arranque del segundo periodo parecía más próxima la sentencia que el empate.  Y de repente, una pifia de Donnarumma encendió el Bernabéu.
  Fue empatar Benzema en el minuto 60, y el hechizo se adueñó del coliseo blanco. La noche se volvió mágica. Entonces, el Madrid se puso a modo Europa y arrasó a su rival con 30 minutos para la gloria y para el recuerdo, con  esos tres goles de Beznema  que consiguió, poniendo no sólo su calidad, sino el alma, que levantó al cielo de Madrid.
 
  Con el empate (1-1), el PSG se hundió ante un Bernabéu que era un solo grito:”Si se puede, si se puede”. Atronaba el estadio y tanto fue, que llevó en volandas a sus jugadores que zarandearon a un PSG asustado.
  Ancelotti, movió el banquillo. Salieron Kroos, agotado tras apenas  entrenar por su lesión y Asensio, que tuvo poco fuste,  y entraron Camavinga y Rodrygo. Estos dos jugadores le dieron la energía que entonces necesitaba el equipo, y el partido dio un giro radical.
 
  El público con el gol del empate, jugó un papel fundamental al entrar en comunión con los jugadores que fueron directos a lograr la ansiada remontada. En esas estaba el Madrid, atropellando a un grogui PSG, cuando  el cada día más mozo, Modric interceptó un balón al borde de su área,  corrió  hasta el campo visitante ahí ya entró en contacto con Vinicius, que se la devolvió, filtrando un pase imposible entre las piernas de Kimpempe que Benzema resolvió, haciendo el 2-1 en el minuto75.
  Ese tanto fue el principio de la gran remontada. El Bernabéu se volvió loco, impregnado del misticismo  europeo de este estadio que dio alas a su equipo para alcanzar el súmmum.
 
  Como sucediese en los años 80 contra el Anderlecht, Inter o Burussia, se obró el milagro. Dos minutos después del segundo gol de Benzema, y aprovechándose de que el PSG era por entonces un guiñapo a los pies del Madrid, llegó el 3-1 nada más sacar del centro del campo el conjunto parisino, que estaba temblando y más bien parecían sombras sobre el césped.
  Ese tercer gol del delantero francés ponía por delante en la eliminatoria a los madridistas. Fue marcar Benzema y el éxtasis fue supremo. Fue un gol que el Bernabéu sintió muy dentro y que le llegó a lo más profundo del alma. El clamor ya no paró hasta el pitido final en un estadio que es un lugar sobrenatural cuando de la copa de Europa se trata.
  Los jugadores agradecieron al jugador número doce su gran apoyo, dando una vuelta de honor, de la que doy fe porque tuve la suerte de asistir en directo al partido. Fue una noche inolvidable.
 
  Las nuevas generaciones, como las de los 80, ya tienen su partido legendario para recordar. Fue una noche muy hermosa. 
   
  PD. Mbappe habrá tomado buena nota  de donde tienen que estar la próxima temporada.  EL PSG, no es su sitio natural, su sitio es el Real Madrid que ya le espera.