Zidane toca fondo


     Zinedine Zidane ¿A dónde vas con Isco y Marcelo?
  Esa es la pregunta que se hicieron muchos madridistas al ver la alineación frente al Valencia. Y es que el técnico francés no escarmienta y volvió a las andadas cometiendo el mismo error que le costó la derrota ante el Cádiz.
 Entonces, declaró que él había sido el culpable de esa derrota denigrante, en Valdebebeas.

 Después de la humillante y hasta inexplicable derrota (4-1) ante el Valencia, por segunda vez, ha vuelto a entonar el mea culpa por cometer el mismo error: hacer una alineación inadecuada formada por jugadores muy complacientes como Isco, Marcelo y añadiría a Asensio. Tres jugadores que por su fragilidad no pueden coincidir en el mismo once.
   Como  hizo la primera vez que se auto-culpó cuando fue  derrotado  ante el Cádiz , Zidane volvió a las andadas con Isco y Marcelo. Dos ex jugadores que están en la recta final de su carrera futbolística. No están para jugar en este Madrid, donde por cierto hay jugadores con una calidad más que discutible.
   Ante  la ausencia de Casemiro,  en lugar de alienar a Kroos para que formase el centro del campo junto a Modric y Valvarde, optó por un Isco que es más una rémora que una solución. Son las cosas de Zidane y su empeño de recuperar a jugadores que ya están perdidos para la causa, como Marcelo que cada día resta más.

 Si a eso añadimos, al indolente Asensio, un jugador que iba para figura y que se está quedando por el camino, pues se explica el desastre. A Asensio, como a todo el conjunto blanco, le faltó determinación y agresividad y ser más valiente. Algo que desgraciadamente se ha convertido en una constante. Se ha hecho un jugador muy acomodado.  En el segundo gol, es cierto que Cherisev le hace falta, pero no es suficiente para que se quede tumbado en el suelo como un pelele. Lo hizo de forma inmisericorde y llegó el autogol de Varane, que está para una buena dosis de banquillo. Cada error suyo es dramático para su equipo.

   Con el once inicial de Zidane frente al Valencia,   dio pistas a su rival de que iban a salir confiados y relajados, como así fue. Zidane, es el gran culpable. Ha perdido el norte y debería plantearse su situación en el Real Madrid. No trabaja los partidos, ni estudia a sus rivales. Por no hablar  de que es incapaz de hacer una correcta lectura de la situación cuando las cosas se tuercen. Hoy por hoy, Zidane, y siento decirlo, no está a la altura de lo que exige un equipo como el Madrid. Es el gran culpable.

 El peligro del Valencia siempre llegaba por la misma banda, la de Gayá, que pudo con Asensio y con Lucas Vázquez, quien venía de hacer dos grandes partidos pero que en este se desinfló ofreciendo su peor versión, siempre le ganaban la espalda. En su defensa, hay que decir que está jugando fuera de su demarcación. Ante este agujero, ¿qué hizo Zidane? Nada.

 Durante todo todo el partido el Madrid se dedicó a hacer centros cuando no hay  un rematador nato. El equipo es incapaz de hacer un uno contra uno. Vinicius, el único que se atrevía, ha perdido la alegría y está encorsetado.  El equipo, insisto, fue un desbarajuste total por obra y gracia de un Zidane que ha perdido el oremus y que terminó jugando con tres delanteros: Jovic, Mariano y Sergio Ramos. Un  desastre total.

  Cierto que fue un partido raro y extraño con tres penaltis en un mismo partido. No es normal, pero tampoco es normal que un equipo como el Madrid pierda  de esa manera y termine desplomándose de forma tan lamentable.

 Los tres penaltis fueron transformados por Carlos Soler, que les sirve para tratar de reconstruir los  cimientos de un equipo que está en  plena decadencia, pero que en un ejercicio de entrega y espíritu de sacrificio se impuso a un decadente Madrid que mostró las muchas carencias que tiene. Además ha perdido la solidez defensiva que tenía (Lucas Vázquez y Marcelo son una broma de laterales). Le falta agresividad y le cuesta un mundo marcar goles. Si a todo esto añadimos los despistes y los regalos defensivos, con una falta de concentración escandalosa,   se explicará que este Madrid no está para grandes aventuras.

 En Mestalla, los cuatro defensas tuvieron los suyo: tres hicieron penaltis y el otro fue marcó en propia puerta. Increíble!!
  VAR a VAR creció el Valencia a hombros de un Gayá que dejó retratado a la defensa madridista, concretamente a Lucas Vázquez y a Asensio, que tenía que ayudarle por la banda derecha.

  El triunfo del Valencia tiene mucho mérito por los problemas que tiene y por la escasez de plantilla. En cambio, la derrota del Real Madrid no tienen nombre. Se comportó como un equipo miserable por su falta de intensidad defensiva. Los fallos defensivos de Lucas Vázquez, Varane y Asensio , metieron al Valencia en un partido que estaba siendo cómodo   para el equipo blanco. Pero unas manos absurdas de  Lucas Vázquez, y la posterior jugada del autogol de Varane, con  dejadez primero de Asensio, fue el principio del fin de un  Madrid que se fue al descanso derrotado de antemano por sus errores groseros. Tres penaltis fueron su condena y espolearon a un Valencia con más fe que fútbol.

 Esos errores groseros fueron más palmarios en la segunda parte, con  Gayá y Cherisev que hacían por la banda izquierda lo que les daba la gana Por ahí llegó el segundo penalti y el 3-1. Luego, Sergio Ramos, en otras absurdas manos, puso la guinda en la noche desastrosa de este Madrid que no va a ninguna parte.
 Luego en la recta final, Zidane entró  en su faceta más loca e hizo cambios sin ton ni son,jugando los minutos finales  hasta con tres delanteros centros.


 Definitivamente, Zidane ha perdido el norte.