…y el debate ¿qué?
He visto el circo en la televisión. Me refiero al debate a seis que dieron varias cadenas, no al partido de fútbol del Cádiz con el Real Madrid, que Benzema aprovecho para ”sacar pecho” por meterle dos goles.
A primera vista, tengo la sensación que no sirvió para nada, como casi siempre ocurre con estos debates multitudinarios.
Pero merece la pena fijarse en algunos detalles. Por ejemplo, que Isabel y Mónica iban vestidas igual, al menos en lo que se veía en “la tele”. También María, la presentadora iba de rojo, pero con alguna diferencia en la camiseta interna. Los periodistas siempre marcamos la diferencia para que nadie nos confunda con los políticos.
No obstante en el debate hubo cosas que merecieron la pena.
Monasterio tuvo problemas con la mochila que le pusieron en la espalda en su partido. Los aspectos antidemocráticos le impidieron explicar mejor su programa, porque tuvo que defenderse de los ataques de la izquierda, del centro y dela derecha.
Mónica, que no estuvo mal en cuanto a la forma de explicarse, se lanzó a la piscina con datos falsos, sin darse cuenta que eso tiene malas consecuencias. Debería haberle preguntado a Borrell lo que pasa cuando se miente con los datos en los debates.
Isabel se equivocó al entrar a la bronca sobre muertos y pandemia. Creo que no era su terreno y debió evitarlo de forma radical. Los muertos y los enfermos no son moneda de cambio y una representante de la Institución no debe dar pábulo a tal cosa. Lo bueno para ella es que también hubo un tiempo para la economía y eso le salvó.
Pablo Iglesias en los debates parece un cura retirado. Le han dicho que no meta miedo y que no se exalte y pone tanta precaución que se ve perfectamente que está actuando y mal. Me recuerda a los malos actores.
Gabilondo demostró una vez más que este PSOE no es fiable. Pasó de renunciar radicalmente a una coalición con Iglesias y negar la subida de impuestos, a pedir apoyo para ganar a la extrema izquierda y poner en duda el incremento de la presión fiscal. Desechable, falso y mentiroso como su jefe.
Edmundo hizo lo que pudo. No quería entrar en el cuerpo a cuerpo, pero le obligaron. No lo tiene fácil, pero puso mucho de su parte. No sé si decirlo, pero estuvo a buen nivel en todo, aunque no sea guapo.
La verdad es que hay dos aspectos que serían convenientes para el bien de la democracia. Que Pablo Iglesias no entrase en la cámara y en su lugar lo hiciera Ciudadanos.
Creo que la libertad, la democracia y la sociedad ganarían mucho.
Ciudadanos es necesario en la política española para eliminar la polarización en la que nos están metiendo Iglesias y Sánchez.