Vinicius y Rodrygo valen una Copa del Rey

Dos brasileños, Vinicius y Rodrygo coronaron al Real Madrid como campeón de la copa del Rey por vigésima vez, al vencer por 2-1 a un valiente y orgulloso Osasuna.  Uno, Vinicius, siendo un rodillo e imparable para la defensa rojilla; y el otro, Rodrygo siendo el goleador de la noche con los dos tantos de su equipo. Tanto monto uno como otro. Los dos, valen una copa.

  Vinicius, fue el que con su facilidad desequilibrante provocó las jugadas que llevaron a los dos goles de Rodrygo, ese ratón de armario, que aparece cuando más lo necesita su equipo y que estuvo en plan definidor. El Real Madrid tiene dos joyas con estos dos brasileños, que son puro talento.

  Esta vez Goliat venció a David. Y más, si ese Goliat es el Real Madrid en una final, que casi siempre suele ganar. Fue lo que sucedió en el estadio de La Cartuja de Sevilla,proclamándose campeón de la Copa del Rey.

 Osasuna fue un David más que digno que tuteo a los blancos durante casi toda la segunda parte. En el primer periodo, fue el Madrid quien puso el dominio ante un siempre ejemplar equipo navarro,cargado de voluntad y empeño que les llevó a ser un conjunto muy luchador ante el poderío del Real en las finales, o mejor dicho de un Vinicius enorme que fue el principio y el fin, junto a Rodrygo,  de la victoria madridista.

  Se sabía antes del encuentro que el Madrid no es un equipo copero por excelencia – ahora lleva veinte ganadas y veinte pérdidas- En esta ocasión  corrigió ese mala racha, ganando que por otra parte era su obligación. Todo lo contrario hubiese sido un solemne fracaso.

  Osasuna, si perdió, pero hay derrotas y derrotas y la del equipo navarro,no lo pareció. Los pamplonicas estuvieron magníficos,lucharon hasta la extenuación y por momentos dominaron a su gigantesco rival. Ahora, estarán hundidos  por haber perdido la copa,pero cuando pasen unas horas, la sensación será totalmente distinta porque han hecho algo grande. Se han enfrentado a todo un Real Madrid y le han tuteado durante todo el partido con una firmeza encomiable. Sin duda, Osasuna es el orgullo de todo un pueblo.
  Más de media España deseaba el triunfo  del ejemplar equipo navarro.

   También el Real Madrid es el orgullo de sus seguidores y los más de 20.000 aficionados que se dieron cita en el estadio de La Cartuja, con un triunfo que completa el circulo de Ancelotti,quien ya posee todos los títulos posibles como entrenador del Real.

 Osasuna, por orden de su buen técnico Arrasate,que al final lloró de forma desconsolada, salió con la idea de madurar el partido. Pero ese plan, quedó hecho trizas a los dos minutos. Lo que tardó Vinicius en recibir por su banda,quebrar a Moncayola y a Rubén Peña y servir a Rodrygo,muy bien colocado, para marcar el 1-0.
  Moncayola, reconvertido en lateral por la lesión de Nacho Vidal, estuvo todo el partido abrumado por un chispeante y desatado Vinicius que lo llevó por el camino de la amargura. A los veinte minutos ya tenía tarjeta amarilla.

   El Madrid jugaba con soltura, con Vinicius como gran protagonista, con Alaba como organizador desde atrás y con Kroos como canalizador. Osasuna, no obstante no se arrugó ante la siempre peligrosas acometidas del brasileño, y se estiraba por las bandas buscando los centros al área, donde Budimir y Torró remataron de cabeza. Fueron los primeros avisos para Courtois.

  Pudo empatar Osasuna en otro fallo, y ya van unos cuantos, de Militao, que está desconocido. Abde le robó el balón,encaró a Courtois al que superó picando la pelota, pero Carvajal salvó en última instancia. También es cierto que el Madrid pudo anotar antes en una gran oportunidad de Benzema, a quien el guardameta Herrera respondió con una gran parada; y Alaba mandó un balón al larguero en un saque de falta.

Y Vinicius para lo bueno,estuvo a punto de hacer el 2-0 en un disparo que se le fue por poco, y también para lo malo. Se mete en todos los charcos. Estaba jugando como los ángeles, estaba siendo el mejor pero no sabe contenerse ante lo que él entiende que son provocaciones del rival. Comenzó picándose  con Moncayola, siguió con Peña, protestó por una falta a Rodrygo  y recibió tarjeta amarilla. Camino del vestuario se encaró con Chimy Ávila, teniendo sus más y sus menos. Lucas Vázquez y Ceballos tuvieron que calmarlo. Vinicius, tiene que tranquilizarse. Le sobran los gestos y las protestas. Tú, a jugar porque eres un fenómeno.

  Al descanso se llegó con el dominio del equipo de Ancelotti y la resistencia de Osasuna, que en el segundo periodo salió con más argumentos que un adormilado Madrid que se conformaba con mantener la exigua ventaja. No había buena salida de la pelota y se fallaban múltiples pases ante la presión rojilla.

  Abde y Peña daban aire por las bandas con Moi Gómez mandando  con Torró como compañero de fatigas. Y fue el propio Torró quien logró el empate (1-1) tras un zapatazo al borde del área, en el minuto 57. La locura rojilla se desató en La Cartuja, que parecía la Plaza del Castillo con tanto colorido como había. Osasuna conseguía un justo empate, ante la frialdad madridista del inicio de la segunda parte.  
Entonces Ancelotti,ante el juego poco trascendente de Tchuoameni optó por relevarle por Rüdiger, por lo que Alaba pasó al lateral izquierdo y Camavinga al centro del campo. Arrasate, dio descanso a Budimir saliendo en su lugar el Chimy Ávila.

 Hasta entonces, Vinicius, tranquilizado por Ancelotti, estuvo sin aparecer un rato, solo un rato porque a raíz del gol osasunista, volvió a enchufarse de nuevo. Corría el minuto 70, el brasileño,pura velocidad, salió rápido como una bala, llegó hasta la línea del fondo. Metió la puntera ante de que saliera el balón y tras disparo de Valverde, el rebote llegó a Rodrygo, que batió a Herrera en el minuto 70. Era el 2-1.

  Osasuna de nuevo estaba  en desventaja, tenía que seguir remando pero con el reloj en contra. Arrasate, entonces tiró de todo lo que tenía para refrescar al equipo e intentar la heroica.. Lo hizo con Kike Barja y Rubén García.
   El Madrid, para darle un toque de distinción y dormir el partido, dio cancha a Modric por Kroos.  A Vinicius, principio y fin del partido, se le quedó corta un tacón atrás a Benzema que se cantaba como gol. Osasuna ya no pudo más y se acabó lo que se daba. Para la gran afición rojilla, a pesar de la derrota,fue una noche inolvidable.

    La copa del Rey para el Madrid llegó de Brasil. Vinicius y Rodrygo valen una copa. Nada de celebraciones, el martes espera el Manchester City en el Bernabéu. Y aquí, el conjunto blanco tiene que tener mejores hechuras. No bastará con la sola aportación de Vinicius y compañía. Tienen que aparecer más jugadores, como Benzema,muy flojo en Sevilla,   si quieren  vencer al equipo de Guardiola.