¿Usted trata de verlo y entenderlo? A mí no me lo pregunte
¿Por qué en el arte actual el aura de visibilidad, en muchas de sus manifestaciones, es casi imposible percibirlo y contemplarlo? ¿No hay un exceso de análisis y conceptualización? La producción artística es fenómeno y esencia, expresión y visión, por lo cual el lío de proyectos, estrategias, desarrollos, propuestas e innovaciones tecnológicas a las que nos enfrentamos ahora nos dejan con la mirada a cuestas y el tumulto cerebral montado.
Con ello el artista ha perdido una parte de su misticismo visionario, su pasión por lo onírico y lo ignoto, lo inédito e imprevisto. Se ha pasado a un exceso de tácticas y diseños, de formulaciones críticas –que también son muy sanas- y racionalizadoras que nos acaban confundiendo por no sentir la impregnación mágica y encantada, sorprendente y sabia.
Bien es verdad entonces, por muy discutible que sea, que una variedad de ideas, métodos, tesis y demás fabulaciones han influido en orden a poner de moda y rendir un culto exagerado a estas corrientes estéticas, por lo que viene a cuento en este momento de la disquisición –si es que lo escrito hasta aquí llega a serlo- lo que escribió María Zambrano, nuestra gran filósofa, respecto a que “al lleno creado por la multitud de credos y teorías acerca de la creación artística corresponde un extraño vacío: el vacío casi absoluto de no saber acercarse a la obra de arte, el modo de tratar con ella, como si el ver (entendido como estar) o el ir bastaran.
Gregorio Vigil-Escalera
Miembro de la Asociación Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)