Un Real Madrid agotado e impotente cae en Europa
No pudo ser y además fue imposible. El Real Madrid no estará en la final de la Champions de Estambul del próximo día 29 de mayo, al caer sin paliativos ante el Chelsea (2-0), en el partido de vuelta de las semifinales que se disputó en Stamford Bridge.
No hubo discusión, el partido lo ganó el mejor, el Chelsea que fue infinitamente superior en todos los aspectos, sobre todo en lo físico. El Madrid perdió por dos goles e incluso pudo salir goleado tras una superioridad más que manifiesta de los ingleses en el segundo periodo, donde los de Zidane hicieron un ejercicio de impotencia alarmante. La distancia entre ambos equipos fue sideral desde principio a fin.
Al igual que sucediese en el primer partido, el Chelsea, en este de vuelta, dejó con vida al Real Madrid durante 85 minutos. La poca rotundidad en el área contraria de los ingleses mantuvo con esperanzas a los madridistas, que estaban a un gol de empatar la eliminatoria. Pero el gol de Mount en el 85, no hizo posible el milagro blanco. Un milagro que no merecía.
No debe servir de excusa, porque creo que tanto Zidane como el equipo pudo hacer algo más de lo que ha hecho, pero creo sinceramente que la fatiga y el cansancio le ha pasado factura al Real Madrid en esta eliminatoria. Con las más de 58 lesiones que ha tenido esta temporada y varios contagiados con Coronavirus, al final se paga. Si además,añadimos que Zidane no ha estado fino en algunas decisiones por dar entrada a jugadores que llevan meses inactivos, como Hazard y Sergio Ramos, se explica la más que justa derrota del Madrid frente al poderío del Chelsea de Tuchel, que más que un equipo es una roca. Es pura fuerza, energía e ímpetu.
No se trata de cargar las tintas contra Zidane que con todo lo que ha pasado ha gestionado al equipo como buenamente ha podido, aunque creo que se equivocó en un día clave, apostando por el 3-5-2 con Vinicius de carrilero por la banda derecha que fracaso desde el pitido inicial. El brasileño en esa posición no fue ni lateral ni tuvo recorrido. Hazard demostró que no está para estas grandes batallas. Apenas apareció y solo le tengo enumerado un tiro a puerta.. Y por si fuera poco, al final del encuentro se echó unas risas con un jugador del Chelsea, como si nada hubiese pasado ¿De que se reía el belga? Indignante.
Sergio Ramos tampoco estaba para jugar e incluso se le vio inseguro y falto de ritmo. Normal. No era partido para hacer pruebas. Si hasta ahora había confiado en jugadores como Asensio, Vinicius, por la banda izquierda, Odriozola, Valverde y hasta si me apuras Marcelo, que se dejaron la piel en octavos y cuartos ¿Por qué meter en el día clave a jugadores que por muy importantes que sean no se habían ganado el derecho a jugar por su larga inactividad? Zidane debería explicarse. Se confundió desde el inicio y además no supo rectificar. De alguna forma rompió con su ideario.
Aunque viendo al actual Real Madrid, con esos jugadores también hubiese perdido. Lo que el equipo blanco ha hecho en esta eliminatoria ha sido un ejercicio de supervivencia. Salió vivo de Valdebebeas y en Londres llegó con la oportunidad de marcar un gol al menos. Tarea difícil, dadas las circunstancias de este Madrid agotado. Era misión imposible viendo la plenitud física del Chelsea, que se comportó como un equipo de fútbol de verdad. Todo lo contrario que el Madrid que era un grupo de futbolistas fundidos.
Igual que en el partido de ida, el equipo inglés logró desactivar el juego ofensivo de los blancos con una presión alta y cerrando todos los espacios con Kanté (de nuevo inmenso) que le comió la tostada a Casemiro que tuvo una de sus noches más negras. No se enteró de que iba el partido.
El Madrid sufría un mundo para salir con el balón controlado desde su área. No había ni claridad ni idas, y mucho menos piernas. Era un suplicio ver cómo Kroos, Modric o a Hazard no les llegaba la pelota. No había fluidez y sufrían para conectar con sus demás compañeros, sobre todo con Benzema
Los de Zidane, no daban con la fórmula de atravesar la primera barricada de su rival. Se perpetuaban las pérdidas, lo que aprovechaban jugadores como Werner,Havertz… Mount para montar contras en un abrir y cerrar de ojos. El partido lo tenía controlado el Chelsea, solo faltaba la aparición de Kanté. Y apareció.. Le robo la ropa a Casemiro para dársela a Havertz que a la salida de Courtois, le pico el balón, rebotó en el larguero y Werner, solo bajo el travesaño,marcó de forma fácil el 1-0.
El poco peligro del Madrid llegó en dos acciones individuales de Benzema. Una en un remate a la media vuelta en la frontal del área; y la otra en un cabezazo. En ambas acciones el guardameta Mendy respondió con dos paradas de gol. Fueron dos versos sueltos porque el equipo de Zidane,daba la sensación de esperar más su momento que de buscarlo. Ni lo buscaron , y mucho menos lo encontraron. Ahí se acabaron todos los argumentos ofensivos del Madrid. Ya no dio señales de vida. Estaba muerto.
La segunda parte ya fue sonrojante. Frente a un Madrid de quiero pero no puedo, salió un Chelsea supersónico que pudo golear. Havertz cabeceó al larguero, a Mount se le fue un disparo que tenía a bocajarro; y Courtois salvó uno contra uno con Havertz al despejar con los pies. Kanté también tuvo otra oportunidad, pero Valverde se interpuso entre él y Courtois. La indefinición del Chelsea daba alivió al Madrid,que sorprendentemente seguía a un gol de empatar la eliminatoria. La indefinición de su rival le sostenía más que la pujanza de los blancos que ni asustaban.
Zidane, introdujo cambios dando carrete a Asensio, Valverde y Rodrygo en un intento desesperado. Pero no le dio para más y entregó la cuchara, reconociendo la gran superioridad del Chelsea que le ha dominado en los dos partidos. Mount, a pase de Pulisic, cerró el marcador y el partido en el minuto 85, dejando la eliminatoria en un 3-1 inapelable.
Este Madrid, llegados a este punto de temporada, no dio para más. Se ha comportado como un equipo agotado físicamente con signos de impotencia preocupantes.
Caer a estas alturas es caer de pie, por las dificultades atravesadas, pero para poder volver a soñar hay que cambiar muchas cosas. ¿FIN DE CICLO? A Florentino le toca mover ficha, mientras el equipo apura la liga.
Fue muy poco Real Madrid para soñar en conseguir la Decimocuarta y muy poco Real Madrid para llegar a la final. Bien haría en centrarse en una liga que puede ser su tabla de salvación de la temporada.