Un Madrid de diez en el adiós a Maradona

La jornada de Champions del día 25 de noviembre será recordada por la muerte del inmortal Diego Armando Maradona, el mejor jugador que yo he visto en mi vida. Por aquello de la falta de público en los estadios, el silencio se hizo más patente recordando al mito argentino. Como dijo Valdano entre lágrimas, hasta la pelota lloró por la muerte de Maradona.
  San Siro, fue un escenario más del minuto de silencio que se guardó por la desaparición del Dios argentino.
  Y debió ser como un homenaje, porque vimos a un  Real  Madrid  de diez en el adiós de Maradona. D.E.P.
    Pero la pelota y el fútbol siguen y el Madrid se encaprichó con el balón  como hacía tiempo que no sucedía. Disfrutó de lo lindo manejando a su antojo el tempo del partido, la situación y el desenlace.
  El partido se las traía por la situación extrema con la que comparecían  los dos equipos que se asomaban al abismo de su suerte en Europa. Y en este órdago de partido, el Real Madrid sacó a relucir sus mejores galas y protagonizó el mejor partido de la temporada, imponiéndose 0-2 al Inter que deja al equipo italiano tiritando y a punto de caer por por el precipicio.
    Ganó, y además lo hizo convenciendo  frente a un rival poderoso en un escenario en el que nunca había ganado, San Siro.  Jugó con mucha autoridad,  algo inesperado por  los últimos antecedentes y, además fue un equipo muy solidario que actuó con mucha concentración.
  Ha sido, sin duda alguna, el partido más serio del Real Madrid en lo que va de temporada a pesar de no contar con su columna vertebral, Ramos y Benzema  lesionados, y Casemiro convaleciente más la ausencia de la joya madridista, Valverde.
A decir verdad, no se les echó en falta porque en el caso de la defensa, Nacho y Varane estuvieron hechos unos jabatos. Anularon a las fuerzas vivas atacantes del Inter, Lautaro y LuKaku, respectivamente. Nacho, sobre todo estuvo magistral en el corte y en la anticipación. Lo d e este chico es de estudio, siempre cumple a pesar de los pesares. Los dos centrales estuvieron de diez.
    Al igual que Lucas Vázquez, que se marcó un partido grandioso. Este jugador, siempre muy discutido y al que se le niega el pan y la sal, realizó un esfuerzo descomunal lleno de sacrificio y entrega. Estuvo soberbio.
    Todos esperábamos un encuentro de mucho músculo y hueso, con el Ínter, que estaba en la cola del grupo volcado al ataque y con mucha mordiente. Sin embargo vimos a un equipo, contrariamente  al que jugó en Valdebebas, replegado y sin presionar, esperando el error de su rival. Esta circunstancia, le vino que ni pintada al Real Madrid que hizo de San Siro un gran rondo que extendió por todo el campo para desesperación de un Inter tímido y asustado que solo iba por detrás del balón. En este sentido Kroos, que jugó entre los dos centrales, y Modric ejercieron de maestros de ceremonia con un recital de precisión en los pases y en la posesión. Era el mismo equipo que en Villarreal, pero jugaron con más enjundia y más velocidad y por supuesto con más profundidad.
    Así, con eficacia y ritmo llegó el premio. A los seis minutos, tras jugada muy larga con una posesión que duró más de dos minutos, Nacho, que sorprendentemente se había sumado  al ataque, tras pase fenomenal de Odegaard, fue atropellado por Barella. Hazard, fue el encargado de lanzar con precisión y aplomo, la pena máxima. El belga, parece que empieza a asomar la cabeza.  Con el penalti, el belga vio el cielo abierto para coger confianza y de paso rompió la sequía de tres años  sin marcar en la Champions.
    El gol dio alas al Madrid que pudo romper el partido definitivamente en dos jugadas: en el palo al disparo de Lucas Vázquez; y en otra de Mendy que en lugar de disparar con su pierna buena, la izquierda, (el tiro era franco) dio un pase imposible a Lucas Vázquez. El lateral izquierdo francés defiende bien, pero le faltan luces a la hora de atacar.
    El Ínter estaba desaparecido en combate persiguiendo sombras y los jugadores desesperados. El que más, Arturo Vidal, que perdió los papeles ante el colegiado inglés Antony Taylor, por lo que creyó que era un penalti que no lo fue y terminó expulsado por doble amonestación.
    Si el partido ya de por sí estaba resultando complicado para el Ínter, con diez jugadores ya fue imposible. Vidal con sus protestas fuera de control, perjudicó gravemente a su equipo al que prácticamente  deja sin opciones de clasificación.
    Tras el descanso, el Madrid siguió a lo suyo dominando los espacios, la pelota, y sin bajar de revoluciones. El Ínter, sacó fuerzas de flaqueza y a base empellones  quisieron poner en aprietos a Courtois que estaba inédito. Pulísic, fue el único que le inquietó, en un disparo cruzado.
    El partido se acabó con la salida de Rodrygo que sustituyó al trabajador pero ineficaz Mariano, y Casemiro por Odegaard, que tuvo mucha presencia. El brasileño en la primera pelota que tocó a los 34 segundos de salir, marcó a pase del omnipresente Lucas Vázquez. El idilio de Rodrygo con la Champions llama la atención. En nueve partidos europeos ha marcado seis goles. Lo suyo es insólito.
    Con esta importante victoria el Madrid respira profundamente porque allana su camino en la Champions. Es segundo del grupo B a un punto del primer clasificado, el Borussia de Moenchengladbad que ganó 4-0 al Schacktar.
    Tras ver este buen partido del equipo de Zidane, cabe la pregunta de ¿Por qué no lo hace así en otros partidos donde se perdió en episodios intrascendentes? El Real Madrid exige  que siempre  se juegue con la misma determinación,profesionalidad, concentración y constancia  que en San Siro. Debe ser, que Europa le sienta bien al  Madrid.