Tranquilos: la mediocridad nos salvará.
Yo os entiendo a todos los que os acercais por mi casa para recordar la categoría intelectual de aquel compañero a compañera. O de aquel Ministro o Ministra. O de de aquel historiador o pensador de hace años.
Casi todos poneis delante de mi mirada política la mediocridad de los responsables de nuestra Democracia,hoy. Vamos a ver si podemos coincidir en un debate tan áspero.
Que la inmensa mayoría de los responsables de la gestión política,hoy, son más bien mediocres, es cierto. Quiero decir: coincido con los que opinan que nuestos dirigentes políticos ahora son mediocres.
Y existe un cierto pesimismo ambiental de «a dónde nos van a llevar estos».
El Gobierno no actúa como un Gobierno; los partidos no son capaces de definir sus ideales, sus sueños o sus programas. El Gran Slogan es «Depende».
¿Pero y si os transmito la esperanza de que gracias a esos dirigentes mediocres vamos a salir mejor de lo esperado de esta doble crisis: médica y económica?
«Dorada medianía» AURA MEDIOCRITAS.»Dorado término medio»
Los romanos ya nos avisaron de que alejarse de los extremos nos lleva a un estado ideal lejos de cualquier exceso. Y allá vamos. ¿Un Gobierno es UN Gobierno? Nada de eso; eso es un dogmatismo extremo: cada Ministro puede matizar de forma tal que nadie sepa qué defiende EL Gobierno. Pero la ventaja de unos mediocres es que nunca llevarán sus ideas hasta extremos desgarradores: las ideas mediocres nunca producen rupturas con aspecto de irremediables.
Los Presupuestos se van a pactar con votos suficientes, aunque hoy cueste pensar quiénes firmarán tan importante Ley. Pero dad por seguro que tendremos pronto Presupuestos. Serán mediocres, pero tendremos un instrumento legal que nos falta hace más de dos años.
Al llegar aquí, algún amigo letrado me cita algo de Aristóteles, de Horacio hasta de Terencio. Pero sigo creyendo que mi interpretación de la mediocridad griega y latina nos debe llenar de optimismo.
Eso del «aura mediocritas» de nuestro tiempo nos va a hacer vivir mejor. Ya lo vereis.
Original en luissolana.com