Tragedia, impostura y muerte del hijo del chófer de Pla

Alfons Quintà en su época de "El País"

Alfons Quintà en su época de “El País”

“El hijo del chófer”, de Jordi Amat, es un ensayo audaz, una biografía rigurosa construida con técnicas novelescas a partir de un personaje trágico: Alfons Quintà, uno de los periodistas por antonomasia de la Transición en Cataluña: genial botarate, rebosante de información, con una adolescencia golfa y una vida errática, con un suicidio ruidoso, precedido del asesinato de su mujer. Quintà puso contra las cuerdas a la recién restaurada Generalitat, a través de la denuncia persistente y sólida del llamado caso Banca Catalana en el diario El País. Pujol reaccionó envolviéndose en la bandera de la nación y amenazando con volar si era preciso el entramado de la novísima democracia española. González, y el fiscal general del Estado, e incluso el rey, se tomaron en serio el desafío pujolista. El País, que entonces era una máquina de contrapoder poderosísima, detuvo el fragor de las rotativas, a Alfons Quintá se le retiró de la primera línea informativa y este, en un salto inverosímil, propiciado por el cinismo de Jordi Pujol, fue el encargado de crear TV3 y su primer y muy exitoso director. Ahí, cual emperador del Paralelo, vivió de dos años de éxitos y arbitrariedades, a la

portada_el-hijo-del-chofer_jordi-amat_202009031817altura enloquecida del formidable profesional del periodismo con acceso a fuentes informativas a las que no llegaba nadie que era. Una vez convenientemente amortizado, Quintà recibió la correspondiente patada en el trasero. Quedó a la intemperie, pero aún le quedaban treinta años de vida y trabajos, y los tuvo desde pintorescos a relevantes periodísticamente, aunque no volvió a alcanzar su estatus de periodista catalán más influyente de la Transición.

 

Alfons Quintà es el hijo del chófer de Josep Pla, un personaje, este conductor, que aprovechó su cercanía con el poder catalán de los últimos años del franquismo para fraguar una red de contactos, que después aprovecharía su hijo. La relación entre ambos fue traumática. Alfons odió al padre de manera sostenida a través de los años e hizo de la venganza contra el mundo su razón de ser. El libro, con ser la historia de un personaje lleno de matices es también, y sobre todo, un retrato sin complacencias del populismo/pujolismo, un régimen que parte del pecado original del saqueo de fondos (Banca Catalana) y se consolida como una maquinaria formidable de poder, en la que cabe todo para sostener el edificio de la corrupción nacionalista. De aquellos polvos, estos lodos. Jordi Amat ha escrito un libro imprescindible, si tal cosa existiera, tan vibrante como sugestivo. Se lee con la fruición de una novela, la novela de la creación de una nación. Ah, y al fondo del cuadro ese extraordinario tipo que fue el escritor Josep Pla. Pasen y lean el sugestivo y apasionante tablao de la farsa nacionalista.

Jordi Amat, autor de " El hijo del chófer"

Jordi Amat, autor de ” El hijo del chófer”

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