¿Todo esto ha pasado en el arte del siglo XX? (y III)
No obstante, la abstracción de mantuvo presente por medio de la abstracción pospictórica (con cuño de Clement Greenberg) y su pintura de contornos marcados, de manchas y sistémicas, así como por el op art y sus ilusiones ópticas.
Si bien paso a paso es el centro de gravedad del proceso creativo el que se va desplazando de la ejecución de la obra a su concepción y conocimiento intelectual, principalmente en USA, tal como el minimalismo y sus estructuras, el arte conceptual, el body art con la utilización del cuerpo como material y lenguaje de experimentación, y el videoarte con la nueva tecnología de la imagen.
Capítulo aparte es el referido al hiperrealismo y su minuciosidad fotográfica, también de origen estadounidense, el land art, también conocido como el earth o earthworks, elaborado a partir de la naturaleza, el site-work o arte del contexto, y en el continente europeo´-específicamente Italia- el arte povera, que se posicionaba contra los códigos culturales existentes.
Y más tarde, el coloso del norte, compareciente a partir de entonces al margen de tener o no cita, se saca de la manga el movimiento posmodernista con su tono lúdico, desenfadado, relativo, irreverente, intrascendente y deprimente. Junto a él, el sound art (el arte del sonido), arte y naturaleza (obras en la naturaleza y a partir de ella) y la transvanguardia italiana con su retorno a la pintura ligado a la historia del arte y de la cultura, regreso al que acompaña bajo otra modulación el neoexpresionismo en su manejo táctil o crudo con materiales y temáticas históricas.
Para finalizar no queda otra opción que citar al neopop y sus juguetes, la fotografía artística y su estética de la impasibilidad y el destination art (el arte como destino), el cual se apropia de la ambición de remitirse al destino como el arte en su lugar concreto (habrá que buscarlo de todas formas).
En definitiva, el arte –como toda forma de vida- es una combinación de materia y espíritu, el cual, aunque vacilemos sobre su existencia, existe y constituye una sutil esencia, algo para vivir con ello, en quietud, en éxtasis y en adoración (Simone Weil).
Gregorio Vigil-Escalera
De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)