¿Tendría que existir un pacto entre el arte y la sociedad?
Creo que es evidente que el ciudadano y espectador acepta hasta cierto punto lo que es el arte, lo que debe significar para su vida y la de la sociedad y el compromiso que ha de asumir y respetar. Pero no hay ningún pacto al respecto ni consta que haya existido (y si lo hubo no se atuvo a los términos de un acuerdo libre entre las partes) como actual y lógicamente se entiende.
Es más, las violaciones y rupturas en esta materia en lo que se refiere a un consenso general han sido frecuentes y son consideradas como muestra de la propia naturaleza de lo artístico. Y ello no es susceptible de estar penado ni sancionado sino todo lo contrario.
Con ello no puede llegarse a la conclusión de que todos los fenómenos estéticos y plásticos, por su condición transgresora, estén justificados para conceptuarse como tales. Al contrario, han de quedarse fuera todos aquellos que por su carencia de los elementos esenciales que forman parte del hecho artístico –verificado por sus constantes históricas, formales, innovadoras, sociales, intelectuales, originales y humanitarias- no pueden configurarse como tales.
Estás más que claro que no se trata de anular la capacidad creativa del autor, nada más lejos de ello. De lo que realmente se trata es de hacerle ver que debería existir un pacto por el que todo ciudadano y espectador es receptor de una sintonía general, la más amplia posible, sobre lo que cada uno de ellos debe aportar y a lo que ha de contribuir, sin incurrir en el desprecio, en el hermetismo, en la invisibilidad, en lo paranoico o simplemente en una banalidad simulada.
Es decir, no a las restricciones y a los dogmatismos y academicismos, mas sí a las auténticas creaciones que despiertan la visión, imaginación, sensibilidad y conocimiento de un pueblo.
Gregorio Vigil-Escalera
De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte