Si se ha perdido tome la senda del tonto que siempre le da por tocar la campana

Ya no hay ningún punto de referencia artístico en el mundo del arte contemporáneo. Antes estaban los “ismos” y las vanguardias históricas, ahora la profusión, exceso y abundancia ha llegado a cotas desmadradas, en que los límites han dejado de ser el argumento de esa ruptura lógica que todo hacer y práctica emprenden con el ánimo de ofrecer a la sociedad algo nuevo, significativo, resurgente, innovador, sorpresivo e imprevisto.

No, ahora lo visual ha crecido tan desmesuradamente que, ante tanta información, no sabemos percibir, asimilar, graduar, evaluar, valorar, sentir o apreciar. Como dice Francisco Calvo Serraller, “el bombardeo visivo se ha multiplicado hasta el infinito”. Aunque la eternidad no es así de sencilla, conlleva cielo, purgatorio e infierno, si bien la mayor parte nunca ha abandonado el limbo.

En cada exposición de uno de los miles de autores, el catálogo nos asegura que estamos ante lo nunca visto, aunque sean cuatro palos y una pelota (bien es cierto que para algunos implica, si eso es posible, un tratamiento de la trascendentalidad), y así sucesivamente en las miles de muestras que se producen a lo largo de todo un año, lo que podemos considerar como un fenómeno fruto de los millares de agentes (artistas, ferias, galerías, subastas, instituciones, centros y demás) que intervienen en este campo, de su competitividad desaforada, de que lo primero es la meta, etc. Tales situaciones hacen que al final se convierta en una merienda de alienados en busca del oro, la fama y la historia.

¿Cuál es el resultado? Que en la mayoría de los casos es un terreno acotado a los enterados, porque lo más probable es que si se pregunta por uno u otro creador determinado en estos ámbitos la ignorancia es total y absoluta. Y lo peor es que llega un momento en que no sabemos cuándo nos están tomando el pelo, tal es nuestra confusión y extravío de señales y direcciones.    

Gregorio Vigil-Escalera

De la Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA Y AECA)