Ser el primero no fue siempre un gran chollo    

Las innovaciones, rupturas y evoluciones en materia de arte tuvieron con frecuencia que enfrentarse a hostilidades, incomprensiones, momentos adversos y debates prolongados. No en vano el mismo depende de la sociedad e implica consecuencias sociales.

Y si nos situamos en la época actual, en que las cuestiones artísticas, multiformes y diversificadas, entrañan connotaciones irreverentes, provocativas y hasta hirientes y ofensivas, la desconfianza y el clima de animosidad y desprecio alcanza en ocasiones cotas máximas.

Solamente con remontarnos al pasado, a la antigüedad, comprobamos como Masaccio, considerado por Leonardo da Vinci el autor de la obra perfecta, murió en la miseria. Como los frescos de la Capilla Sextina, obra de Miguel Ángel, fueron valorados como propios de una casa de baños. Como al mismo Greco lo tildaron de loco y ejecutor de crueles chafarrinones.

Incluso el mismo Velázquez fue criticado por los defectos de parecido de sus retratos, ante lo que respondía “que de aquí a trescientos años serán parecidos”. A Ingres se le acusó de hacer retroceder el arte cuatro siglos, aunque él tampoco se quedó manco, al opinar que Delacroix era una brocha alocada.

En el caso de Courbet, fue la emperatriz Eugenia y el mismo Napoleón los que se mofaron de sus obras. Y ya en los últimos años del siglo XIX les tocó a los impresionistas, a los que tacharon de locos y anarquistas, al extremo de llegarse a la denuncia de Renoir como un verdadero malhechor que corrompía a la juventud.     

La lista de historias similares podría ser mucho más amplia si nos adentramos en el siglo XX –recuérdese lo de “arte degenerado”-, mas la conclusión no es otra que aceptar que la función del arte y los artistas es darnos a conocer un universo más (Proust), una creación de estéticas que sean el medio de lograr, con más aciertos que errores, horizontes ulteriores, posibles, diversos y alternativos, que den plenitud a nuestra identidad y motivación a nuestra existencia.

Gregorio Vigil-Escalera

(De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte).