Sáquenme de aquí. Soy solo un simple autorretrato
Lo que se contempla en uno mismo siempre es un engaño y una frustración, ya que hay una máscara o un disfraz de por medio. Por eso, la estratagema radica en obtener multiplicidades, las cuales han de conducir a un sumario en el cual el espectador pueda extraviarse en una u otra dimensión.
Pero en los autorretratos, a los que ya me referí en otras reseñas anteriores en este mismo medio, queda expuesto aquello relativo a que el artista, en ellos, confunde lo visionario con la angustia y hasta el dolor, lo de profeta con la debilidad, y la lucidez con la visión última. No son nunca simples imágenes reflejas de lo que cree estar convencido el autor.
No obstante, según otros enfoquescentrados en otras direcciones, el creador desarrolla activamente lo que ve de su yo: aclarando, subrayando, a veces desvirtuando enigmáticamente (¡Qué me importa mi sombra! ¡Que me persiga!, vociferaba Friedrich Nietzsche).
Al final los rescatamos y se nos mueven entre las manos o incluso son capaces de sobrevivir para servir de manifiesto de la genial mentira.
Gregorio Vigil-Escalera
De las Asociaciones Internacional yEspañola de Críticos de Arte (AICA(AECA).