Rodrygo, la luz en Sevilla
Sevilla 1 Real Madrid 2
En un partido intrascendente y de poco fuste, Rodrygo se elevó sobre todos y puso la nota de calidad, con dos goles. El primero de falta muy bien ejecutada aunque contó con la colaboración de la barrera mal colocada del Sevilla; y el segundo fue todo un golazo, una auténtica obra de arte precedida de una contra de libro.
No estuvo Vinicius ni Benzema, pero estuvo un Rodrygo que se ha convertido en un jugador imprescindible en el Madrid. Tiene embrujo, mucha calidad y además define muy bien. Es todo un jugadorazo!!
El Real Madrid llegó a Sevilla con la casi obligación de mejorar la imagen de las últimas salidas que se saldaron con derrotas ante Girona,Real Sociedad y Valencia y de paso, casi asegurararse la segunda plaza que no sirve de nada pero, algo es algo.
Ancelotti, con las bajas de Vinicius, Benzema, Asensio y Mariano, tiró de lo mejor que tenia disponible. Y entre los mejores no está Hazard, que ni apareció. El técnico italiano definitivamente le ha dado pasaporte al belga. Con tantas bajas, el italiano entregó su alineación a los centrocampistas. Ahí estuvieron Tchouaméni,Kroos,Modric,Ceballos y Valverde con Rodrygo, mas solo que la una en la delantera.
Mendilibar, el técnico del Sevilla pensó más en la final de la Europa Ligue que en el partido contra el Madrid por eso roto, dejando en el banquillo a En-Nesyri, Ocampos y Jordán. Lógico, la final le espera el próximo miércoles en Hungría, ante la Roma de Mourinho. Palabras mayores.
El cuadro hispalense comenzó muy bien, mordiendo en la presión y fruto de ello a los tres minutos llegó el 1-0. Sin apenas respiro, Mir adelantó a los locales aprovechando varios rechaces en el área madridista. Acuña le ganó con demasiada facilidad la espalda a Lucas Vázquez, encontrando a Bryan Gil que disparó, pero su disparo encontró a Militao. El rechace cayó en los pies de Mir que con el interior, mandó el balón a la escuadra derecha de Courtois.
El gol tranquilizó al Sevilla y soliviantó un poco al Madrid que tenía la posesión pero no la profundidad. El cuadro andaluz no dejaba huecos ante el juego plano de los madridistas que tocaban y tocaban sin llegar a ninguna parte. Solo contabilizamos una buena ocasión de Rodrygo a pase de Lucas Vázquez, que el brasileño fallo de forma incomprensible. No importó, porque era la tarde de Rodrygo, la luz que más brilló durante todo el encuentro.
El Madrid no encontraba ningún resquicio por donde penetrar en la defensa rival, solo le quedaba la genialidad individual para cambiar la tendencia, y ahí apareció Rodrygo. En el minuto 28, el brasileño hizo suya una falta en la frontal del área sorprendiendo a Bono al lanzarla en el mismo palo del portero, que esperaba un disparo por encima de la barrera, que por cierto no estaba bien colocada.
Con empate se llegó al descanso. En la reanudación, el partido se abrió mucho más. El Madrid encontró algo más de aire con la entrada de Camavinga, que cada día es mejor jugador, sustituyendo a Mendy y la del canterano Álvaro Rodríguez que entró por Valverde, lesionado. El francés se hizo dueño y señor del lateral izquierdo y el uruguayo se situó como delantero centro puro, liberando a Rodrygo que entonces se sintió más libre, apareciendo por la izquierda y detrás del punta. La mejoría del Madrid fue una realidad
El Sevilla,ya apenas estaba. Jugaba dos partidos, el del Sánchez Pizjuán y el del miércoles, en Budapest ante la Roma.
De lo que se aprovechó el Real Madrid que terminó por solventar el partido en una contra como las de antes. Rodrygo rebañó el balón y se lo dejó a Modric que encontró a Kroos en una salida rápida, este ve el desmarque de Rodrygo. Entra en el área, marea a Montiel con dos regates que le dejaron tirado para definir de forma perfecta, en una maniobra de fútbol sala. Fue su décimo-noveno gol del curso y el noveno en la liga.
Rodrygo, dio todo un recital y está creciendo hasta límites insospechados,llegando incluso a igualar a Vinicius. Con eso está dicho todo.
El tramo final no me gustó, el partido se embarró con entradas a destiempo y peligrosas, como la que provocó la expulsión de Acuña. El argentino le entró con la plancha al tobillo de Ceballos y vio, merecidamente, la roja. A partir de ese momento el estadio la tomo con el ex jugador del Betis y ya hubo más bronca que fútbol.
La derrota no tuvo sabor amargo para el Sevilla que estaba más centrado en la final del miércoles que en el partido de liga. Y al Madrid, este triunfo le sirve para asentarse en la segunda posición de la tabla. ¡Ya solo queda una jornada de liga!