¿Que recepción es mera recepción?
El fenómeno de la recepción parte de que toda obra de arte es a la vez imagen, representación y presencia de una existencia, pero a condición de que esa existencia sea certificada por la comparecencia de la mirada. Entendiéndose entonces que tal fenómeno había quedado subsumido y absorbido como un efecto inmanente a aquella sin más.
El Romanticismo, una vez culminado con Hegel, con su concepto de obra cerrada y manifestación de lo absoluto, daría lugar a una teoría de la recepción, que pediría un lugar más importante en el campo teórico de las artes estéticas y visuales.
La teoría aprehende la recepción como contemplación, en la que el receptor/espectador, en una actitud totalmente pasiva, se olvida de sí mismo y desaparece en la obra, hasta entregarse y dejarse llevar en su condición de pura representación. Con ello estamos, pues, ante un supuesto de recepción contemplativa como aceptación pasiva.
Tal teoría sirvió para la explicación y análisis de una época, pero a medida que se produce un arte de vanguardia, las bases de la misma son insuficientes para cubrir todo el fenómeno, por lo que, en ese momento, se da paso a lo que se denominó una recepción activa, que es un enfoque más en este proceso de absorción de la obra de arte, en virtud del cual se procede a la apropiación, por así decirlo, de un contexto del pasado que conjuga la experiencia estética del presente dentro de un ordenamiento evolutivo y estructurador de estética, historia, creación y vida.
En tales términos y conforme a sus postulados, la obra, haya o no respuestas, tiene que plantear cuestiones a la hora de su recepción, sin perder nunca la condición artística que le es propia, y con la exigencia de que la personalidad del receptor ha de adoptar una actitud activa, propia de una acción estimulatoria e impulsada.
La fuerza del arte reside en su constitución múltiple y, por tanto, y en virtud de ello, su culminación definitoria tiene lugar cuando el espectador/receptor, en tanto se debate entre significados y significaciones, experimenta la vivencia que se genera con la mirada que interroga y al mismo desvela, siente y piensa.
Gregorio Vigil-Escalera
De las Asociaciones Internacional, Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)