¡Qué mala leche tienes, Clair!
Las exigencias de lo histórico y lo bello no están de moda en el panorama artístico actual. Incluso en algunos casos es más oportunista rechazarlas o pasar de ellas. Los últimos años, con un mercado y unas curadurías imponiendo sus normas, conminan a una ruptura en todos los órdenes hasta desembocar en límites insospechados.
Y por otro lado, el ambiente y la situación mundial son más caóticos ydestructivos, lo que influye, además de por otros factores, en el artista, que se ve exhortado a elegir entre lo falaz y lo auténtico, a ser más transgresor y crítico, aunque por encima de todo muy comercial.
Jean Clair es absolutamente tajante en lo que “las obras de arte contemporáneo son desechos, el bolo (¿?) fecal producido por la digestión de siglos de un arte exquisito”. Con ello se está refiriendo a que ahora muchos creadores, en su lúcidIo o simulado delirio, se embozan en lo feo, lo horrible, lo violento, lo repulsivo y lo monstruoso.
Pero generalizar confunde, porque en lo referente a su plasticidad los verdaderos talentos no han perdido su identidad, más bien son susmanifestaciones de irracionalidad, su subconsciente, las fuerzas oscuras –el Romanticismo sigue estando muy cerca-, las que les sirvenpara llegar directamente a la verdad, a la expresión, la emoción y la interacción.
En realidad, en muchísimas de estas muestras no hay impedimento a lapercepción de un fondo de belleza que proclama lo inevitable de su presencia, aunque siempre se plantee el problema de que la perspicacia de la mirada pueda desenmascarar la mayoría de aquellos objetos, instalaciones, perfomances o artefactos visuales que son banales, vacíos, nihilistas, gratuitos y carentes de virtualidad artística.
Entonces, en esto último, no nos queda más remedio que estar de acuerdo con Clair en su declaración de que “buena parte del arte contemporáneo occidental está situado bajo el signo de lo inmundo, del residuo, de la mancha, de lo abyecto, de lo que cae fuera del mundo”.
JEAN CLAIR:
“ACEPTO QUE EL ESCORIAL ME EMOCIONA
Y EL ARTE CONTEMPORANEO ME REPELE”
-Suele hablarse de la crisis del arte contemporáneo como si estuviese en juego el futuro de la humanidad, pero ¿no le parece más importante la crisis de la educación?
ENTREVISTAS-Por supuesto que es más importante la crisis de la educación. Digamos que también afecta a más personas, sobre todo comparándolo con el arte contemporáneo, que no deja de ser la expresión de una minoría con mucha voluntad de serlo. Pero estas dos crisis está unidas porque no puede haber creación contemporánea si no hay educación. No es posible imaginar la formación de un artista y de los propios visitantes de los museos sin una educación de calidad,
Gregorio Vigil-Escalera
De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)