Pinchazo del Real Madrid

El Real Madrid con su empate (1-1) frente a Osasuna pierde los primeros puntos de la temporada y cede el liderato de la Liga al Barcelona. Los dos tienen los mismos puntos,19, pero el Barça tiene  mejor coeficiente goleador.
    Tras el parón por los partidos internacionales de las distintas selecciones. Esos partidos post-FIFA que carga el diablo, el Real Madrid no encontró la brújula que le guió en anteriores encuentros. Sea por los muchos kilómetros que han tenido que hacer sus internacionales, el caso es que el conjunto blanco estuvo poco lúcido ante un Osasuna, que se ganó el derecho de ser el primer equipo que le quita puntos al Madrid en esta temporada, tras nueve victorias consecutivas.
  Se ha comprobado que si Osasuna ocupa puestos de Champions no es por casualidad. El muy trabajador técnico Arrasate, ha moldeado un equipo muy firme, muy bien trabajado y sin apenas fisuras y que juega con mucho desparpajo. En defensa tiene orden con los Garcia como pretorianos; en el centro del campo está Moncayola como cerebro y luego están las diabluras de Abde delante que le hizo trabajar a destajo a Carvajal. En definitiva, un buen equipo.
  Y si encima, el Real Madrid no tuvo su día, se explica el justo empate. Y es que los de Ancelotti tuvieron pocas luces. Les faltó juego. Tengo la sensación que no les apeteció desde el principio. No encontraban los espacios y carecieron  de imaginación. Estuvieron muy espesos durante una larga hora y en el arreón final no les alcanzó para conseguir la victoria con tantos centros al área.
 
  Además, el Madrid  abusó de inclinar el juego hacia la banda izquierda, la de Vinicius. De nuevo el atacante más clarividente, pero que tampoco estuvo tan fino como otras veces. No obstante fue el único que llevó peligro. No todo lo va a solucionar Vinicius. Un equipo como el Madrid debe tener otras alternativas.
  El brasileño, en el minuto 41 fue quien marcó el 1-0. Mandó un centro cruzado y cerrado al que intentó llegar Rüdiger, en fuera de juego,no llegó y el balón traspasó la portería de Herrera sin que nadie tocase la pelota. Gol discutido que el VAR dio como bueno.
  A ese gol, al poco de comenzar la segunda parte, tuvo respuesta de Osasuna. A un centro de Unai García remató con la coronilla Kike García. A Rüdiger  le faltó un pelo para llegar y a Lunin , que reemplazó al lesionado Courtois, un palmo. Fue todo un golazo.
  Y encima, Benzema que reaparecía tras su lesión, falló un penalti que le hizo David García y que le costó la expulsión en el minuto 77. De nuevo el francés se encontró con un portero, Herrera, que le lleva a la confusión. Ya la temporada pasada el mismo guardameta le sacó dos penas máximas. Es tenerle enfrente y se le nubla la vista. Esta vez, de nuevo, cara a cara. En esta ocasión, Benzema eligió la fuerza en vez de la colocación, y el balón se fue al larguero.
 
  Corría el tiempo, y el Madrid no arrancaba a pesar de las entradas de Camavinga y Valverde que sustituyeron a  Ceballos  y a Tchouaméni, muy flojos los dos. A pesar de todo, era Osasuna quien llevaba más peligro. A Moi Gómez le pusieron la alfombra para que entrara en el área, sirvió a Kike García que en una ocasión tan clara, le llegó la oscuridad.
    El Madrid, con superioridad numérica, se animó algo en  el último tramo del partido. Era  un ataque continuo con hasta cinco delanteros que llegó alinear Ancelotti (entró hasta Mariano). Rodrygo tuvo una clara oportunidad tras gran pase de Benzema. Hubo gran surtido de tiros y centros más por empuje que por fútbol, que no llegaron a ninguna parte.
    Al final, como sucediese la temporada pasada, Osasuna sacó un valioso y justo empate del Bernabéu. Primer patinazo de los blancos, que pierden  el liderato.