Pandemia y Economía

En un momento pensé titularlo «Salud o dinero» para enlazar con mi último post, pero he pensado que lo escribí hace tanto tiempo que,seguramente, pocos de mis escasosos lectores recordarán el título de aquel texto: «Salud,dinero y amor».

La realidad es que estamos viviendo un momento de alto miedo político: si luchan 100×100 contra la Pandemia, la Economía puede producir una crisis empresarial y personal como no hay recuerdo; y si apoyan a tope la Economía la mortalidad por la Pandemia puede ser una hecatombe que nos recuerde las leyendas griegas.

Ni un solo políco cuenta la realidad y todos los políticos viven de encontrar equilibrios entre la Pandemia y la Economía. Encontrar equilibrios entre la muerte y la ruina es muy difícil y ni un sólo político lo ha explicado claramente a una ciudadanía que se le mueren parientes y/o cierra tiendas.

Creo que en algún momento Pedro Sánchez casi lo explica claro y valiente, pero debió asustarse. Y aquí estamos conviviendo con políticos que toman medidas diversas, debaten entre Centro y Autonomías, provocan discusiones agrias o posiciones dogmáticas durante 24 horas.

No sería difícil reunir a un grupo de líderes acompañados de sus amigos expertos y que debatieran en una sala del Palacio de Congresos cómo equilibramos estos dos problemas. Y que lo hicieran tantas veces como fuera necesario. A continuación, el Gobierno apoyaría la «solución» acordada.

Apuntarse votos en restoranes y bares y perderlos en hospitales y familias está siendo una de las líneas políticas en vigor: mirad a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Pero es que la alternativa de «la salud por encima de todo» no la defiende ningún dirigente político en ninguna parte. Porque es imposible.

Encontrar cada día un equilibrio entre la Salud y la Economía , seguramente es hoy imposible, pero nadie lo asume,lo anuncia y actua en consecuencia.

El político que abriera su organización a la sociedad y a sus colegas este debate, seguramente podría ganar unas Elecciones Generales; no por solucionar lo que no tiene solución, si no por hablar claro a los ciudadanos que cada día escuchan alguna medida demagógica más.