No abran la fosa todavía

Decir como algunos dicen que no hay ninguna época o tiempo de arte que no se resista a su consumación, es reafirmar la idea de Walter Benjamin de dar por seguro que la historia del arte no existe, ya que las obras pueden organizarse conforme a otra historia.

¿Cuál puede ser esta última? ¿Es otra reformulación sobre nuevos principios? El arte es, a mi juicio, existencial y cosmogónico porque está vigente en todo momento y circunstancia, porque no se puede impedir que todo ser humano creador se aventure a penetrar en territorios desconocidos aunque ello le presuponga afrontar lo caótico y fragmentario ante las apariciones de unas verdades de sagacidad extrema.

Bien es cierto lo que señaló Santos Torroella en relación a que lo que ocurre siempre con toda escuela, tendencia o corriente es que termine por reducirse a la conversión de una mera fórmula, a un sistema o modelo, que lo es, justamente, por lo parcial y limitador que encierra. Lo cual significa generalmente que el artista se ve atrapado en los movimientos que no dejan de producirse en su mundo y muchos son incapaces de encontrar una salida fuera de él.

No obstante, como cuestión de principio, hay que partir de la base de que el creador es un ser humano que tiene que hacerse y erigirse con el fin de constituir un proyecto y después arrojarse al mundo hasta el instante de abrazar la muerte. El espíritu vive encarnado y el pensamiento sabe a carne.

Así como la materia nunca estuvo separada de la forma y ésta estará encarnada siempre en el espíritu, el trabajo creador va excavando en los estratos más profundos de la imaginería mental, porque las imágenes actúan como catalizadores y como tales han de desembocar en la invención de conceptos, contenidos y formas. No tiene que haber un atrapamiento que se quede estático sino una liberación que cobre horizonte tras horizonte. Ya decía Nietzsche que el lugar debe ocuparlo la imaginación creadora, únicamente ésta produce sentido. Por lo tanto, el artista debe ser libre de manera radical si quiere generar toda esa posibilidad e infinitud.

Gregorio Vigil-Escalera

De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)