Lloremos a los muertos y ayudemos a los parados

Luis Solana Texto

Luis Solana

A más de uno le va a parecer incómodo este titular. Es cierto que cada mañana hay un centenar de muertos por el virus y muchos hospitales tienen falta de equipos (todavía) para atender una pandemia que no ha terminado. Ni sabemos cuando terminará. Y es impresionante cómo se despiden ahora a nuestros muertos en un país donde decir adiós a tus seres queridos ha sido siempre una tradición emocionante.

Pero poco a poco, algunos paseamos algo y leemos en internet todos los periódicos posibles. Y no es peloteo, es mi realidad: leo en papel El Pais todos los días. Y al pasear y leer algo se habla o se intuye. Y yo me atrevo hoy a dar mi sensación política: la muerte está perdiendo peso y empieza a pesar mucho el paro.

Llevo semanas con el corazón encogido por leer nombres de fallecidos muy conocidos o muy cercanos. Y ya me ha entrado una costumbre perversa: intentar leer al final si murió por coronavirus o no. Así de sencillo e inquietante. Pero hablando con amigos me han contado que ellos, en esas columnas de obituario, lo primero que leen es por qué murio, ¿por coronovirus o por otra razón?

Está claro que la idea de que la muerte es una lotería y no un riesgo, ha sido común hasta el virus. Desconcierto conceptual -insisto- por el hecho de que los funerales están siendo pura burocracia.

Pero ahora aparece en muchas familias (que hayan llorado o no) un peligro vital: el paro.

Los gobiernos, las autoridades, los obispos, casi todos, están colgados con el terremoto de la muerte vírica. Pero hay que empezar a mirar cara a cara y muy pronto al número de parados (temporales o permanentes) que esta crisis de muerte va a crear. No es nuevo en la Historia de la humanidad, pero si es nuevo en esta sociedad de desarrollo y bienestar que estábamos viviendo.

Me permito pedir al Gobierno que dé dos ruedas de prensa: una contando como mejoran las cifras de muertos o infectados. Y otra sobre cómo va el paro temporal y el que suena a definitivo.

Y dos estrategias: una con los afectados en su trabajo hoy; y otra contando qué se puede hacer con el empleo mañana. El paro hoy necesita euros: pues hasta donde se pueda. El paro mañana necesita tecnología, imaginación, visión global etc etc.

No se por qué me parece que no todos los Gobiernos autonómicos y el de España lo tienen asumido.

(Y perdonadme una tristeza: es increible cada declaración del Govern catalán ¿No sabe cuántos ciudadanos dependen de él?)

Luis Solana