Manifiesto por el antiarte del futuro

Abogamos por un arte que filosofe sobre el vacío, la nada y el no, que sea solamente turbio y que no manche las manos. Además de que es arte todo aquello que nosotros, los artistas, decimos que lo es.

Defendemos un arte que esté disecado, muerto y que utilice pellejos, carne pútrida, órganos descompuestos, cuerpos mutilados, tripas y féretros.

Queremos un arte sin pasión, sin voluntad, sin emoción e instintos, elitista y estúpido, plagado de imposturas y falsas verdades.

Deseamos basarnos en la práctica de un arte sin espíritu, incomprensible, apático, ridículo, hermético y sin tragedia.

Declaramos que el arte no debe elaborarse ni procesarse, ha de ser ínfimo y carente de visión, banal y aparente.

Planteamos un arte manufacturado fundamentado en una supuesta aventura intelectual, ejecutado por fontaneros, electricistas, informáticos, ingenieros, etc., que estén bajo nuestro mando.

Buscamos un arte sostenido en el impacto del marketing y la publicidad, en el escándalo, la pornografía y el comercio.

Apoyamos la definición y realización de un arte sin imaginación, sin emoción y pensamiento, empeñado en un discurso innovatorio inane y retórico.

Proclamamos la construcción de un arte en que su prodigio sea únicamente el precio y los componentes materiales, escombros, residuos, basura, plomo, arsénico, potasio, pólvora, heces, bombillas, cables, redes, telas, cadáveres, etc.

Manifestamos nuestra lucha a favor del antiarte, el azar, la utopía de papel rosado y el sadomasoquismo.

En definitiva, aclamamos como nuevo paradigma artístico y estético un becerro de oro hecho de un latón miserable.

Firmado: Junta universal beoda de artistas en celo.

Gregorio Vigil-Escalera

Miembro de las Asociaciones Internacional y Española Críticos de Arte (AICA/AECA)