Los estreñimientos del artista
Arthur Danto, el famosísimo ensayista de arte norteamericano y adalid de las causas estéticas más revolucionarias, define al artista de vanguardia como aquél que centra su temática en la condición humana, y cuyo objetivo es hacernos conscientes de nuestros límites y nuestras necesidades.
Pero hasta él mismo se las vio y deseó con ciertas obras del posmoderno e idolatrado Bruce Nauman con motivo de la exposición dedicada a este artista por el MOMA neoyorquino en 1995, a la que calificó de escandalosa y horrible.
Una de las piezas consistía en la imagen de un payaso defecando en un inodoro, que, al margen del significado de la trascendencia visual que tuviese para el espectador menos avisado, se supone que hacía referencia, a partir de la información del autor, a que las épocas en las que es difícil ser un artista son muy parecidas a las épocas en que va estreñido.
Por tanto, se pregunta ¿qué concepción puede tener un creador si su imagen favorita del bloqueo artístico es el estreñimiento?
Robert Storr, otro crítico de arte norteamericano, considera que esa imagen, que se produce en unos lavabos públicos de una gasolinera o un aeropuerto, establece un paralelismo práctico: la restricción o precariedad de la intimidad. En definitiva, que todos somos payasos y no evacuamos donde debemos si queremos hacerlo con tranquilidad y en entera libertad no vigilada.
Desde luego, según la postura y entendimiento de cada cual, las conclusiones no pueden ser más chuscas sobre la base de un enfoque, o visionarias conforme a los matices de otro. Hay para todo y para todos, ¿lo duda alguien?
No obstante, hemos de convenir, finalmente, que si todo arte es consecuencia social, el contenido de la práctica artística ha de ser más profundo que un asunto escatológico tan estúpido y presuntuoso.
Gregorio Vigil-Escalera
De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)