Las mentiras y medias verdades de Díaz Ayuso durante su comparecencia junto a Sánchez

Raúl Rejón/Fátima Caballero/eldiario.es La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, compareció este lunes junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para anunciar las medidas de actuación conjuntas que han adoptado ambas administraciones para abordar la crítica situación de la autonomía con los casos de coronavirus disparados. Durante su intervención, la presidenta madrileña elaboró un discurso plagado de mentiras y medias verdades que se ha caracterizado por los reproches al Gobierno central pese a que Sánchez abogó por la «unidad». El «coladero» del aeropuerto de Barajas o que la región es «una de las mejores, si no la mejor, capacidad diagnóstica”, son algunas de las falsedades pronunciadas por la presidenta madrileña.

Sánchez dice que trasladan a la ciudadanía un mensaje de unidad mientras Ayuso insiste en culpar al Gobierno

Isabel Díaz Ayuso: «Para que el rastreo fuera eficiente harían falta millones de rastreos constantes”

La presidenta de la Comunidad se ha defendido sobre la falta de rastreadores que le ha perseguido desde que precipitó las desescalada en la región. “Es un mantra”, ha dicho al tiempo que argumentaba: “No estamos parados, pero tal y como estamos hablando de las cifras de Madrid para que el rastreo fuera eficiente harían falta millones de rastreos constantes”. Si esto fuera verdad, eso supondría que cada uno de los 5.104 nuevos diagnósticos positivos constatados para el 18 de septiembre habría tenido, al menos,  195 contactos que rastrear, según las cifras aportadas por la Consejería de Sanidad.

Este lunes, Díaz Ayuso ha asegurado que “la capacidad de rastreo en Madrid va a llegar a los 1.500”. La recomendaciones de los organismos internacionales de salud pública es que hubiera un rastreador por cada 5.500 habitantes lo que daría una cifra para Madrid de unos 1.200 rastreadores preparados. La propia Comunidad de Madrid reconoció en agosto que no tenía capacidad para gestionar el rastreo con sus propios medios cuando justificó la contratación privada de parte de este servicio. Ayuso ha resumido: “Nuestra política está siendo de detección del virus, antes, y ahora de normativa para aplicar cuarentenas” y luego ha añadido que “no hay que parar hay que seguir con los rastreos, seguir, sobre todo, con normativa que nos ayude a que las cuarentenas sean efectivas, seguir detectando donde se producen esos contagios y seguir adelante. Madrid tiene que aprender a convivir con el virus. Con cuarentenas con estrategias con firmeza con cumplimiento de la ley”.

El “coladero” del aeropuerto de Barajas

Como en casi todas las intervenciones que han realizado los miembros del Gobierno regional de Madrid desde que se inició la desescalada, Isabel Díaz Ayuso ha vuelto a señalar el aeropuerto de Barajas en un intento de hacer ver que esa es una vía de contagios significativa. El aeropuerto es una competencia estatal. “Somos el kilómetro cero de las carreteras, de las líneas ferroviarias y del aeropuerto internacional de Barajas. Con fórmulas imaginativas de colaboración se puede testar quién entra en nuestro país, para que, entre todos, podamos protegernos igual que a un español se le pide cuando va a [a otro] país. Porque además es un problema que no solo tiene Madrid: se exporta al resto del país porque muchos vuelos comerciales luego lo llevan”, ha justificado Ayuso.

Los datos han desmentido constantemente a la presidenta de Madrid (sin hacer mella en su argumentación): de los 1.370 casos importados que llegaron a España entre el 11 de mayo y el 24 de agosto, solo 136 fueron por Barajas. Solo el pasado 18 de septiembre la Consejería de Sanidad notificó 1.200 nuevos diagnósticos de COVID-19 en las últimas 24 horas. Multiplicó por ocho en un día todo lo importado por Barajas en dos meses. Ajena a esto, Díaz Ayuso le ha pedido al presidente Pedro Sánchez “que trabajemos en un hospital de campaña en Barajas para hacer estas pruebas serológicas, test rápidos para protegernos un poco más”.

«La presión hospitalaria [en Madrid] no está a la cabeza en España»

Es una de las afirmaciones más repetidas por Díaz Ayuso los últimos días pero no se corresponde con la realidad. La dirigente del PP defiende que la Comunidad de Madrid está a la cabeza de contagios aunque no lo está en presión hospitalaria. La realidad es que Madrid es la autonomía con mayor porcentaje de camas ocupadas por pacientes con coronavirus: un 22%, cuando la media nacional es un 8,5%. Está además muy lejos de la segunda región con una mayor saturación en los hospitales por pacientes Covid-19, que es Castilla-La Mancha (13%), según los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad el pasado viernes.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, afirmaba después en su rueda de prensa diaria que la presión asistencial en los hospitales en Madrid es «la más grande» en España. A fecha 17 de septiembre, 18 de 59 hospitales de Madrid ya tenían una ocupación superior al 90% de su capacidad, mientras que en 37 era superior al 80% (entre pacientes covid y no covid). En muchos las UCI ya están al 100%.

La COVID-19 trae “delincuencia, okupación y los de los menores no acompañados» 

Isabel Díaz Ayuso ha dado un salto mortal en su intervención de este lunes al afirmar: “El covid trae necesidades aparejadas, como los problemas de delincuencia, okupación y los de los menores no acompañados”. La asociación entre inseguridad y menores extranjeros ha sido un bulo agitado últimamente, sobre todo, por Vox. Los datos no han apoyado esta estigmatiación como demostró el informe del año pasado de la Junta de Andalucía que dejaba ese vínculo en un 0,54%. El tema de la okupación ha sido elegido por el Partido Popular como elemento de oposición para el trimestre. Sin ir más lejos, el presidente del PP, Pablo Casado, se marchó el jueves pasado a Badalona para hablar de okupación junto al alcalde Xaiver Garcia Albiol.

Sin embargo, las estadísticas judiciales indican que las denuncias por ocupaciones en los seis primeros meses del año están en un nivel similar al año pasado 7.450, un 5% más que en el mismo período de 2019. Y, sobre todo, la ley ya ampara la expulsión casi inmediata en caso de allanamiento de la vivienda o la segunda residencia. En 2018 hubo en toda España 285 condenas por este delito, según las últimas cifras del Instituto Nacional de Estadística, que reflejan además una tendencia a la baja desde 2016. En todo caso, lo que se ha sacado Díaz Ayuso de la manga es la relación directa entre la pandemia y el aumento de cualquiera de estos fenómenos.

“Una de las mejores, si no la mejor, capacidad diagnóstica”

Díaz Ayuso ha empleado un buen tramo de su intervención tras verse con Pedro Sánchez en reivindicar el trabajo de su Gobierno durante la gestión de la pandemia desde que terminó el estado de alarma. Ha afirmado que en esta región se tiene “una de las mejores si no la mejor capacidad diagnóstica” de España. Lo cierto es que hay datos que más bien contradicen esta reivindicación. Por ejemplo, Madrid es la séptima comunidad autónoma en número de pruebas PCR por 1.000 habitantes con 208 (superior a la media nacional). Está por detrás de Euskadi, Navarra, La Rioja, Cantabria, Asturias y Baleares, según la últimaactualización del Ministerio de Sanidad.

A eso se suma los retrasos en la comunicación de las pruebas. En concreto en el área que dependía del laboratorio del hospital Clinico San Carlos. La falta de reactivos para realizar las pruebas hizo que, al menos en dos centros de salud, los resultados se hubieran demorado seis días. Sobre esta variable, la estrategia de detección precoz para afrontar la desescalada señalaba que había que conseguir esos resultados, como mucho, en 24-48 horas.

“España tiene un problema evidente de falta de médicos y de enfermeros. Yo entiendo la situación de la Atención Primaria y estoy completamente convencida de que, aparte del plan que acabamos de presentar de refuerzo, hace falta mucho más. Pero necesitamos médicos. No nos podemos engañar, no hay médicos en España”

La presidenta madrileña ha repetido la última semana y ha incidido este lunes en que su Gobierno no refuerza la Atención Primaria porque no hay médicos para hacerlo. También el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, utilizaba ese argumento este fin de semana en una entrevista en ABC para negarse a reforzar los centros de salud. Lo cierto, es que hay una parte de la afirmación de Díaz Ayuso que es verdad: en España hay déficit de sanitarios, especialmente de médicos de Familia –hace dos años los colegios de médicos de Familia cifraron ese déficit en 2.700 facultativos en todo el país–.

Pero también es cierto que la situación en Madrid es particularmente crítica y que las condiciones precarias que ha ofrecido el Ejecutivo autonómico a los médicos de Familia que han terminado su residencia este año ha hecho que centenares hayan decidido no quedarse a trabajar en la región. En junio, 225 médicos MIR terminaron su residencia en la Atención Primaria en Madrid, pero el Ejecutivo de Ayuso solo logró retener a cerca de un centenar, según los datos del sindicato Amyts, el mayoritario de los sanitarios en la región. Del total de especialidades fueron 1.190, pero la Comunidad de Madrid solo ha contratado a la mitad. La Consejería de Sanidad ofrece contratos temporales de días, semanas y meses, a diferencia de lo que ocurre en otras comunidades donde ofrecen contratos más estables.