José Manuel Calvo: «Si nosotros no apoyamos el ‘Madrid Central’ de Almeida, quien se sale con la suya es Vox»

Aitor Riveiro/eldiario.es El futuro de Madrid Central está en el aire. En septiembre será efectiva la sentencia que liquida la ordenanza que puso en marcha la mayor zona de tráfico restringido de España. El Gobierno municipal de José Luis Martínez-Almeida (PP) prepara un nuevo texto, pero no tiene garantizado el apoyo del Pleno. PP y Ciudadanos, los socios de gobierno, necesitan apoyos externos. Vox, su muleta hasta ahora, se niega a dárselos. Tampoco Más Madrid ni el PSOE. Pero la política encuentra a veces caminos insospechados y los cuatro concejales carmenistasescindidos del grupo que lidera Rita Maestre negocian con el propio alcalde su voto favorable, lo que permitiría sacar adelante la ordenanza. Una situación paradójica a la que da respuesta el edil José Manuel Calvo (Madrid, 1984) en una entrevista telefónica con elDiario.es.

 

«No vamos a consentir que los madrileños perdamos nuestra área de bajas emisiones», resume el que fuera responsable de Desarrollo Urbano Sostenible en el Gobierno de Manuela Carmena. «La disyuntiva es consolidar Madrid Central o retroceder 20 años en política de restricción del tráfico», añade. Calvo explica que pondrán condiciones para profundizar en movilidad sostenible, lo que choca con las propuestas que llevaron a Almeida a la Alcaldía y que luego ha tratado de matizar.

Calvo sostiene que el principal beneficiado político si decae Madrid Central será Vox. Y arremete contra sus excompañeros: «Más Madrid hace el caldo gordo a Vox, que quiere que desaparezca cualquier tipo de restricción al tráfico». El concejal de Recupera Madrid cree que los vecinos que viven ahora dentro de Madrid Central no entenderían que, de un día para otro, desapareciera. Y desliga la negociación de la situación en la que están los cuatro concejales carmenistas tras la escisión de Más Madrid, a quienes acusa de llevar «dos años de vacaciones». «Rita Maestre no ha hecho oposición a Martínez-Almeida», concluye.

¿Los cuatro concejales de Recupera Madrid van a apoyar el nuevo Madrid Central de Almeida?

Hemos puesto dos condiciones para votar a favor de esta ordenanza. La primera, que se mantenga Madrid Central tal y como lo diseñamos en el Gobierno de Carmena. Esa es la condición línea roja, la condición sine qua non. Y la segunda es que el Gobierno se abra a negociar, e incluso incorporar en el propio texto de la ordenanza, medidas que fomenten modos de transporte sostenible en la ciudad de Madrid, como son la bicicleta, el transporte público y el desplazamiento peatonal, que es el más sostenible de todos; y, en paralelo, medidas que restrinjan y calmen el tráfico. Si se cumplen estas dos premisas votaremos a favor de la ordenanza.

¿Es nuestra ordenanza? No. ¿Nos parece que es la ordenanza que necesita Madrid? No, querríamos una ordenanza mucho más ambiciosa. Pero no somos el Gobierno, no tenemos la capacidad de diseñar esa ordenanza. Y lo que estamos es ante la disyuntiva de consolidar Madrid Central en esta nueva ordenanza, o a ver que Madrid Central desaparece por sentencia judicial a mediados de septiembre. Y Madrid retrocedería 20 años en política de restricción del tráfico.

Cuando dice que plantean que se mantenga Madrid Central tal y como lo diseñó el Gobierno de Manuela Carmena, ¿se refiere a su perímetro o a todas las medidas que incluía?

Nosotros planteamos que se mantenga la medida íntegra, tanto el perímetro como las condiciones de restricción de vehículos. Fundamentalmente porque ha funcionado bien y ahí están los estudios que lo avalan, y porque entendemos que Madrid no se puede permitir el lujo de prescindir de esas áreas de bajas emisiones. Al contrario, tendría que pensar en cómo ampliarla.

Tenemos que ver qué texto se aprueba, pero por lo que sabemos el único cambio que se plantea respecto de Madrid Central es la posibilidad de autorizar a los comerciantes del centro. Eso es una medida que en ningún caso modifica la naturaleza de Madrid Central, que es un área de bajas emisiones que trata fundamentalmente de impedir que el centro se utilice para cruzar la ciudad en coche y restringir el acceso de aquellos que no viven ni trabajan en el centro. Estos elementos no se tocan en la nueva ordenanza y por tanto nos parece que Madrid Central se mantiene en las condiciones en las que lo planteamos

Y la cuestión de los comerciantes es un tema menor que consolida en la norma una situación que ya se está produciendo de facto. Los comerciantes del centro tienen la posibilidad de acceder con su vehículo tienen autorizaciones porque la mayoría de ellos se han empadronado allí.

Cuando se puso en marcha Madrid Central el asunto de los comerciantes fue una de las principales broncas políticas y mediáticas. ¿No tiene la sensación de haber dado entonces la batalla para ahora renunciar a ella?

Fue una de las cuestiones que más costó explicar porque se establece una situación poco homogénea. ¿Y cómo se resolvió? Creando excepciones. Y como te decía, la mayor parte de los comerciantes cuentan con esas autorizaciones. Desde nuestro punto de vista, y creo que cualquier persona que lo analiza con una mínima objetividad, esa medida no altera en absoluto la naturaleza de Madrid Central

En estos dos años de Gobierno de Almeida la política medioambiental y de movilidad ha sido uno de los flancos más débiles de su gestión. Sin los cuatro votos de Recupera Madrid no saldría adelante. ¿No temen apuntalar al alcalde en su flanco más débil?

Pues podría ser. Pero voy a más. En este momento nosotros no estamos pensando en el cálculo político electoral. ¿Esto puede desgastar a Almeida? Podría desgastar a Almeida. ¿Nosotros estamos aquí para desgastar a Almeida? En este asunto concreto, no, porque está en juego la salud de los madrileños. Porque está en juego que el día 15 de septiembre, cuando se tenga que cumplir la sentencia judicial, desaparezca Madrid Central. Y con él, esto es lo más grave, todas las APR [Áreas de Prioridad Residencial] de la etapa de Gallardón y Botella, que quedaron subsumidas en Madrid Central

Lo que está en juego si no se aprueba esta ordenanza, que no es la nuestra porque nosotros si hubiéramos mantenido el Gobierno estaríamos hablando de ampliarlo a todo el perímetro de la M-30, es que Madrid ciudad se quede sin área de bajas emisiones. Es decir, que el millón de vehículos que entran y salen todos los días de la ciudad o se mueven por ella, muchos de ellos sin etiqueta o altamente contaminantes, podrían volver a circular por la calle Huertas. De eso es de lo que estamos hablando. Y en ese contexto, hacemos un ejercicio de responsabilidad, y de coherencia, y decimos que no vamos a consentir que los madrileños perdamos nuestra área de bajas emisiones.

Cuando se produjo su ruptura con Más Madrid uno de uno de los motivos que se esgrimió fue que la oposición contra Almeida no era muy contundente. ¿No es un poco contradictorio con decir ahora que no hay que hacer cálculos políticos?

No, no. El diagnóstico creo que es correcto. Más Madrid ha estado dos años de vacaciones. Rita Maestre no ha hecho oposición a Martínez-Almeida. Le han regalado los Pactos de Cibeles y no se ha establecido ningún mecanismo de control o rendición de cuentas, como nosotros exigimos. Se le he regalado la medalla a Botella. Hay que recordar que Más Madrid votó con Almeida premiar a Ana Botella, no se sabe muy bien por qué méritos, si fue por vender viviendas municipales a los fondos buitre.

Almeida ha campado a sus anchas. Si ahora hiciéramos una encuesta entre la ciudadanía de Madrid a cualquier vecino le costaría reconocer a algún líder de la oposición. Por tanto, Más Madrid no ha hecho oposición y me temo que tampoco la va a hacer de aquí en adelante.

Pero en este caso se oponen a la ordenanza del Gobierno de Almeida.

Yo creo que por esa crítica que planteamos nosotros han elegido el tema más inoportuno para oponerse. Estamos ante el riesgo de que el Madrid pierda su área de bajas emisiones. No se puede actuar con frivolidad. Y eso no impide que se haga una oposición contundente. Todo lo contrario.

Yo el día que salga a la tribuna del Ayuntamiento a explicar mi posición de voto, denunciaré de principio a fin la nefasta política medioambiental del gobierno de Almeida en estos dos años. Y trataré de hacer una oposición que sea firme, pero sobre todo que plantee dos cuestiones. Una, que establezca una alternativa de Gobierno clara al desastre de Almeida. Y dos, un proyecto político que tenga opciones de plantarle cara desde el punto de vista electoral, es decir, una plataforma amplia que sume fuerzas que aúne sectores progresistas diversos. Creo que todo ese trabajo no se ha hecho y nosotros estamos por la labor y vamos a tratar de hacerlo en estos dos años que quedan.

Si nosotros no damos este paso quien se sale con la suya es Vox, que quiere que desaparezca cualquier tipo de restricción al tráfico. Más Madrid, con esta posición frívola, hace el caldo gordo a Vox, que sería quien aplaudiría.

¿Han comentado su posición con la concejala que fuera responsable de poner en marcha Madrid Central, la hoy diputada de Más País Inés Sabanés?

No. No, no, no, no. Nosotros no tenemos digamos esa confianza y esa relación con los diputados de Más País. No pertenecemos a ese proyecto político.

Pero sí compartieron Gobierno durante cuatro años.

En este caso no hemos hablado con Inés. Podríamos haberlo hecho, pero no nos ha parecido relevante la opinión que pueda tener, aunque entiendo que lo que más le interesará es que Madrid Central se mantenga, no que Madrid pierda su área de bajas emisiones por esa sentencia judicial que lo anuló.

¿Y con la exalcaldesa, con Manuela Carmena? 

Con Manuela hablamos periódicamente y yo creo que comparte que Madrid no puede perder su área de bajas emisiones. Estamos en periodo estival, pero seguro que tenemos oportunidad de tratar este tema de aquí a que se produzca.

Decía al principio que su voto favorable está supeditado a una mejora en una movilidad más sostenible. ¿Han planteado alguna medida concreta en este sentido? Porque, por ejemplo, BiciMAD acumula denuncias de los usuarios por que cada vez hay menos posibilidad de utilizar ese servicio. ¿Han negociado alguna medida concreta que debería ir en la ordenanza para que lo apoyen?

Nosotros tenemos una batería de medidas, pero tenemos que ver el texto definitivo para poder plantear las enmiendas correspondientes. Estamos a la espera de que se apruebe en la Junta de Gobierno y luego se abre un periodo de enmiendas. Habrá enmiendas que tengan cabida en el texto de la ordenanza, que es un articulado técnico. Pero habrá también otras medidas de carácter estratégico y de planificación a medio plazo, que a lo mejor no van en el texto de la ordenanza, pero que deben ser compromisos del Gobierno. Y para eso estableceremos, a diferencia de lo que ocurrió en los Pactos de Cibeles, los correspondientes mecanismos de control y seguimiento de que se cumplan esos compromisos y, en caso de que no se haga, poder denunciarlos ante la opinión pública para que todos los madrileños se enteren.

Y más allá de Madrid Central y de la movilidad, ¿han planteado algún otro tipo de negociación o de compromiso en las conversaciones con el alcalde y con el equipo de gobierno? Sobre otras políticas, otras medidas o incluso sobre el futuro de Recupera Madrid dentro del Pleno del Ayuntamiento, que está en el aire. 

La negociación se ciñe al ámbito de la movilidad y fundamentalmente al ámbito de esta ordenanza. Lo otro está judicializado. Estamos a la espera de que se pronuncie la jueza sobre unas cautelares que hemos solicitado para que el Ayuntamiento de Madrid deje de tenernos amordazados, como hemos estado hasta la fecha. Llevamos cinco meses, casi seis, sin poder ejercer nuestra labor. Y hay una sentencia judicial que debe producirse en breve, a la vuelta del verano, sobre si debe constituirse o no un Grupo Mixto. Eso está en los tribunales y no forma parte de ninguna negociación.