Los alemanes en dos días han puesto en su sitio al fútbol español. ¿Quién decía que la liga española era la mejor del Mundo? Esta Champions tan particular ha demostrado que eso no es cierto. La Premier inglesa, la Bundesliga y si me apuras la italiana, está hoy en día por encima de nuestra competición doméstica.
Si un día antes era el Atlético de Madrid quien caía con todas las de la ley frente al Leipzig por 2-1, con otra demostración más de que Simeone no está para las grandes ocasiones, siendo superado tácticamente por el jovencísimo técnico rival, Negelsmann de 33 años, que a base de un fútbol moderno y un poco revolucionario se impuso al fútbol rácano y antiguo que promueve Simeone,el entrenador mejor pagado de Europa, y que de nuevo volvió a fracasar cuando parecía que esta vez podía ser el año del Atlético, en Europa. Está claro que Lisboa no es para el Atlético.
Pero si hablamos de gran fracaso, ese ha sido el del Barcelona que cayó deshonrado y humillado ante el Bayern Múnich que le endosó un sonrojante 2-8, en un ejercicio futbolístico de muchos quilates que dejó desnudo a un Barça que sufrió la derrota más bochornosa y vergonzosa de su historia.
El Bayern, sencillamente, le arrolló desde el minuto 1 hasta el 90. A los 30 minutos de partido ya ganaba 4-1. Pero es que en el segundo periodo siguió humillando con otros cuatro tantos a los azulgranas que ni podían ni sabían cómo parar la borrachera de fútbol que ofrecieron los alemanes que dieron toda una exhibición de poderío, de exquisito fútbol que practicaba con intensidad, mucho dinamismo y gran pegada. Ante todo eso, el Barça fue la nada,la incompetencia y el desbarajuste. La jugada de ese extraordinario lateral izquierdo del Bayern llamado Davies,que puede ser la jugada de la Champions y que significaba el quinto tanto de los alemanes anotado por Kimmich, retrató un equipo roto en todos los sentidos y que ha tocado fondo.
Igual que hizo el Leipzig contra el Atlético, el técnico del Bayern, Flick, ordenó una presión muy fuerte a la salida del balón del Barça y plantó la línea defensiva en el centro del campo. Un riesgo, porque cuando los azulgranas superaban la primera línea llegaban con suma facilidad al área de Neuer, pero también un gran acierto porque el acoso y derribo en campo ajeno descolocó al Barcelona que perdió más balones que nunca. Definitivamente el Bayern enterró una época.
No es un resultado cualquiera, esos ocho goles exige que por fin se tomen grandes medidas en el club azulgrana. A un año para las elecciones, la entidad necesita un gran cambio de rumbo que debe tomarse sí o si. Messi, después de esta debacle, seguro que se piensa su futuro en el club. Así como otros jugadores importantes que dejaran al equipo.
El Barcelona, ya no es nada. Su ciclo,ahora si, se acabó. Tiene un presidente que se ha hartado de equivocarse, destrozando le legado que le dejaron. Tiene una plantilla muy envejecida con una media de algo más de 29 años y muy dependiente de Messi que cuando desaparece, como sucedió en el estadio Da Luz, el Barcelona no es nadie . Un Messi a quien le va llegando su final. Sus 33 años ya no perdonan y le va faltando frescura. Además ha demostrado que no es un líder porque en los grandes partidos desaparece. Le sucede como a todo el Barcelona que en los últimos años, cuando de Europa se trata, fracasa.
Cuando crees que ya no puedes caer más bajo después de Roma y Liverpool, vas a Lisboa y haces un ridículo histórico.
Se acabó una generación de magníficos jugadores que consiguieron la gloria pero que se han perdido por el camino. Llega la hora de las grandes decisiones y la primera será la destitución de Quique Sitien como entrenador que ha hecho bueno a Valverde. Bartomeu debería convocar elecciones para intentar regenerar a un Barcelona que ha tocado techo.
Otro que parece que ha llegado donde tenía que llegar como entrenador del Atlético de Madrid, es, el Cholo Simeone que parece se tambalea tras volver a dar otro concierto desafinado en Lisboa y no ser capaz, de contrarrestar el fútbol armonioso y eficaz del recién llegado a Europa, el joven Leipzig que le dio un buen repaso táctico al fútbol rancio de Simeone a quien le sigue faltando autocrítica.
Ya sé,que para la gran mayoría de los seguidores del Atlético a Simeone no se le discute. Gran error, porque considero que con Simeone al frente, el Atlético ya no tienen margen de mejora. Ha estado bien mientras ha durado, pero su etapa al frente del equipo rojiblanco tiene fecha de caducidad.
Las dos finales perdidas contra el Real Madrid no le han servido para aprender que cuando llegas a un partido a vida o muerte, hay que ser atrevido y dejarse de acumular jugadores atrás,además de contar con tus mejores jugadores.
Los diez minutos de Joao Felix le dejaron en evidencia. El portugués transformó al equipo entre el 60 al 70. La suplencia del futbolista de 120 millones de euros en favor de Diego Costa, que fue un espectro, plantea serias dudas sobre Simeone para adaptarse al nuevo fútbol. Privó a su equipo del único futbolista, junto a Carrasco, de crear peligro y tener la pelota para desactivar a un Leipzig que le dominó en juego, posesión y hasta en intensidad. Simeone, volvió a fracasar en Lisboa.
¿Se acabó el ciclo de Simeone en el Atlético de Madrid? Diría que sí, pero seguirá. Allá ellos.