En Manchester espera un duelo mayúsculo
Empate (1-1) entre Real Madrid y Manchester City en el partido de ida de las semifinales de la Champions, disputado en el Santiago Bernabéu, donde asistimos a todo un partidazo entre los dos mejores equipos de Europa, sin discusión. Fue una batalla magnífica,igualada, con tramos espléndidos para cada equipo.
Ya se sabe, que la copa de Europa siempre ofrece partidos grandes cargados de emociones y que levantan pasiones. Fue lo que ocurrió en el Bernabéu, donde curiosamente cuando mejor estaba el City anotó el Real Madrid por mediación de Vinicius, en su primer disparo. Y cuando más dominaba el conjunto blanco, un zapatazo De Bruyne,hizo lo propio.
Todo queda abierto tras un partido que tuvo mucha historia y por el que no apareció esa bestia de jugador llamado Haaland,sometido por el sargento de hierro, Rüdiger, que le marcó muy de cerca y que no le dejo ni a sol ni a sombra.
Desaparecido el noruego, el City perdió casi todos los argumentos atacantes. Tenía la pelota, si. Tenía la posesión, también, llegó a tener hasta un casi 75% de posesión, pero todo ello resultaba inocuo. El Madrid,le esperaba por propia voluntad. No cayó en la trampa de una presión muy alta y agobiante para que el City encontrase los huecos por donde meter balones a Haaland, que estaba cercado y sin espacios. En toda la noche encontró al delantero noruego.
Durante los primeros 25 minutos el Madrid no tuvo el balón, pero apenas se inquietaba pese a un par de disparos lejanos de De Bruyne y Rodri, el mejor de los suyos que se multiplicó por todos.
El equipo de Guardiola con su obsesión por la posesión intentaba dormir al rival. El Madrid,estaba encarcelado pero tranquilo. No encontraba vías de escape para Vinicius y Rodrygo. El público asistía más preocupado por la falta de amenaza del Real que por la tenencia abrumadora del Manchester.
Y La primera escaramuza del Madrid llega a los 25 minutos de las botas de Vinicius, ¿quien iba a ser, si no?. Le robó un balón a Rodri,metió un pase raso a Benzema que estaba listo para el remate, pero Ruben Días se cruzó abortando una ocasión manifiesta de gol. El City, se llevó el primer susto y ya quedó en alerta.
El Real, después de hacerse el remolón esperando a los citizen que trataban de dormir el partido con una circulación muy lenta, resucitó de forma imprevista con una salida perfecta de balón entre Modric y Camavinga, éste dejó atrás a Bernardo Silva dándose una carrera de más de 50 metros, le pasó la pelota a Vinicius que estaba en la posición del 10 y desde fuera del área metió un derechazo impresionante que batió a Ederson. ¡Golazo de todo un crack! Que crece y crece, no sólo como regateador y asistente,también como chutador.
El 1-0 le sentó a cuerno quemado al City,que acusó el golpe y más concretamente Graelish que las tuvo tiesas con Carvajal que no le dejó ni respirar. Buen partido del lateral madridista que anuló al siempre peligroso extremo ingles. Como también hizo Rüdiger con Haaland, que pasó de puntillas por el Santiago Bernabéu.
De regreso del descanso, vimos a un Madrid con más empaque y dominando más con la pelota, con transiciones muy rápidas y juego profundo . El City,no le perdió la cara y busco un partido más abierto que por entonces fue, de ida y vuelta.
Ancelotti, que creo le ganó la batalla táctica a Guardiola, muy listo, hizo un cambio táctico que hizo crecer a su equipo. Metió a Camavinga como cuarto centrocampista cuando el Madrid tenía la pelota,y era lateral sin ella. Este ajuste, le dio otra dimensión al partido. El Madrid,era el de las copas de Europa jugando con rabia y con orgullo y llegando al área rival. El City, reculaba y ya se sabe, cuando a los equipos de Guardiola les toca defender, se vuelven muy vulnerables. Pero los de blanco no aprovecharon ese momento de vulnerabilidad entre otras razones, por el mal momento de Benzema que sigue en el limbo.
El partido era mucho más abierto y más vistoso con llegadas de uno y otro, pero más del Madrid que entendió que estaba en su momento y siguió intimidando a su rival con disparos bien dirigidos de Rodrygo y Valverde. Y como el fútbol es caprichoso,cuando mejor estaba el equipo de Ancelotti llegó el tremendo zapatazo de De Bruyne en el minuto 67 para empatar el encuentro,tras una imprudencia de Camavinga al dar un mal pase a Rodrygo. Fue su cruz, pero durante toda la noche estuvo a gran nivel, siendo uno de los jugadores más sobresalientes.
El Madrid a pesar del mazazo, siguió remando para tratar de encontrar la orilla que casi encuentra en un cabezazo de Benzema que sacó Ederson y un obús de Tchouaméni, que desvió el guardameta citizen. Fue el último arrebato madridista que se fue del encuentro con un sabor agridulce porque cree que mereció algo más que ese (1-1) final.
Como se suponía, todo se va a jugar en Manchester. El Madrid no ha dicho la última palabra. La vuelta no será en el Bernabéu y sin ventaja, pero de estas situaciones, y más difíciles aún, ha salido también el Real. Las espadas están en todo lo alto.
En definitiva,que presenciamos todo un partidazo. Fue fútbol al más alto nivel. Puede pasar cualquier cosa,pero la fuerza con la que compite el Real Madrid, cuando muchos le daban como claro perdedor en este partido de ida , es envidiable. Es, su gran valor.
Empate (1-1) entre Real Madrid y Manchester City en el partido de ida de las semifinales de la Champions,disputado en el Santiago Bernabéu, donde asistimos a todo un partidazo entre los dos mejores equipos de Europa, sin discusión. Fue una batalla magnífica,igualada, con tramos espléndidos para cada equipo.
Ya se sabe, que la copa de Europa siempre ofrece partidos grandes cargados de emociones y que levantan pasiones. Fue lo que ocurrió en el Bernabéu, donde curiosamente cuando mejor estaba el City anotó el Real Madrid por mediación de Vinicius, en su primer disparo. Y cuando más dominaba el conjunto blanco, un zapatazo De Bruyne,hizo lo propio.
Todo queda abierto tras un partido que tuvo mucha historia y por el que no apareció esa bestia de jugador llamado Haaland,sometido por el sargento de hierro, Rüdiger, que le marcó muy de cerca y que no le dejo ni a sol ni a sombra.
Desaparecido el noruego, el City perdió casi todos los argumentos atacantes. Tenía la pelota, si. Tenía la posesión, también, llegó a tener hasta un casi 75% de posesión, pero todo ello resultaba inocuo. El Madrid,le esperaba por propia voluntad. No cayó en la trampa de una presión muy alta y agobiante para que el City encontrase los huecos por donde meter balones a Haaland, que estaba cercado y sin espacios. En toda la noche encontró al delantero noruego.
Durante los primeros 25 minutos el Madrid no tuvo el balón, pero apenas se inquietaba pese a un par de disparos lejanos de De Bruyne y Rodri, el mejor de los suyos que se multiplicó por todos.
El equipo de Guardiola con su obsesión por la posesión intentaba dormir al rival. El Madrid,estaba encarcelado pero tranquilo. No encontraba vías de escape para Vinicius y Rodrygo. El público asistía más preocupado por la falta de amenaza del Real que por la tenencia abrumadora del Manchester.
Y La primera escaramuza del Madrid llega a los 25 minutos de las botas de Vinicius, ¿quien iba a ser, si no?. Le robó un balón a Rodri,metió un pase raso a Benzema que estaba listo para el remate, pero Ruben Días se cruzó abortando una ocasión manifiesta de gol. El City, se llevó el primer susto y ya quedó en alerta.
El Real, después de hacerse el remolón esperando a los citizen que trataban de dormir el partido con una circulación muy lenta, resucitó de forma imprevista con una salida perfecta de balón entre Modric y Camavinga, éste dejó atrás a Bernardo Silva dándose una carrera de más de 50 metros, le pasó la pelota a Vinicius que estaba en la posición del 10 y desde fuera del área metió un derechazo impresionante que batió a Ederson. ¡Golazo de todo un crack! Que crece y crece, no sólo como regateador y asistente,también como chutador.
El 1-0 le sentó a cuerno quemado al City,que acusó el golpe y más concretamente Graelish que las tuvo tiesas con Carvajal que no le dejó ni respirar. Buen partido del lateral madridista que anuló al siempre peligroso extremo ingles. Como también hizo Rüdiger con Haaland, que pasó de puntillas por el Santiago Bernabéu.
De regreso del descanso, vimos a un Madrid con más empaque y dominando más con la pelota, con transiciones muy rápidas y juego profundo . El City,no le perdió la cara y busco un partido más abierto que por entonces fue, de ida y vuelta.
Ancelotti, que creo le ganó la batalla táctica a Guardiola, muy listo, hizo un cambio táctico que hizo crecer a su equipo. Metió a Camavinga como cuarto centrocampista cuando el Madrid tenía la pelota,y era lateral sin ella. Este ajuste, le dio otra dimensión al partido. El Madrid,era el de las copas de Europa jugando con rabia y con orgullo y llegando al área rival. El City, reculaba y ya se sabe, cuando a los equipos de Guardiola les toca defender, se vuelven muy vulnerables. Pero los de blanco no aprovecharon ese momento de vulnerabilidad entre otras razones, por el mal momento de Benzema que sigue en el limbo.
El partido era mucho más abierto y más vistoso con llegadas de uno y otro, pero más del Madrid que entendió que estaba en su momento y siguió intimidando a su rival con disparos bien dirigidos de Rodrygo y Valverde. Y como el fútbol es caprichoso,cuando mejor estaba el equipo de Ancelotti llegó el tremendo zapatazo de De Bruyne en el minuto 67 para empatar el encuentro,tras una imprudencia de Camavinga al dar un mal pase a Rodrygo. Fue su cruz, pero durante toda la noche estuvo a gran nivel, siendo uno de los jugadores más sobresalientes.
El Madrid a pesar del mazazo, siguió remando para tratar de encontrar la orilla que casi encuentra en un cabezazo de Benzema que sacó Ederson y un obús de Tchouaméni, que desvió el guardameta citizen. Fue el último arrebato madridista que se fue del encuentro con un sabor agridulce porque cree que mereció algo más que ese (1-1) final.
Como se suponía, todo se va a jugar en Manchester. El Madrid no ha dicho la última palabra. La vuelta no será en el Bernabéu y sin ventaja, pero de estas situaciones, y más difíciles aún, ha salido también el Real. Las espadas están en todo lo alto.
En definitiva,que presenciamos todo un partidazo. Fue fútbol al más alto nivel. Puede pasar cualquier cosa,pero la fuerza con la que compite el Real Madrid, cuando muchos le daban como claro perdedor en este partido de ida , es envidiable. Es, su gran valor.