El Real Madrid perdió la ocasión de ser líder tras empatar (2-2) con el Sevilla en el Alfredo Di Stéfano. El VAR se erigió en protagonista. Un protagonista que va a traer mucha polémica y ríos de tinta. Se puede decir sin ninguna duda que el VAR está cambiando el rumbo de esta liga.
Que una herramienta que llegó para acabar con la polémica, esté produciendo el efecto contrario es más que preocupante. Y no solo eso, sino que además está levantando muchas sospechas porque no hay un criterio firme sobre las manos en el área.
El colegiado Martínez Munuera en la segunda parte, protagonizó un minuto de auténtico caos y hasta de suspense, como en las mejores películas de Hitchcock, que puede tener repercusión en el desenlace final de la liga. Corría el minuto 73 cuando el Sevilla lanzó un saque de esquina. A Militao en su salto con Diego Carlos y de espaldas a la pelota le da en el brazo derecho, extendido. Nada pitó el colegiado. En esa jugada se produce un rechace que recoge Benzema que sale en estampida, plantándose solo ante Bono, que le derriba. El colegiado señala el claro penalti que nadie discutió. Pero el VAR le corrige, indicándole que hay manos en el área madridista antes de la jugada del delantero francés.
Lo que era un penalti a favor del equipo blanco pasó a ser una pena máxima a favor del Sevilla. El colegiado interpretó que la mano de Militao en ese saque de esquina estaba demasiado extendida. Pasó por alto si había voluntariedad o no. Sobre esto no hay un criterio firme. Y en Militao no hay intencionalidad ninguna porque cuando la pelota le golpea en el brazo está de espaldas. No la ve. Pero el colegiado vio todo lo contrario y dictó sentencia contra el Real Madrid, señalando penalti que Rakitic transformó en el 1-2.
Minutos antes de esa jugada, el Madrid había reclamado una mano de Jordán . Tan interpretable como cualquiera de las que se producen en un partido dentro del área. En el fútbol actual tan importante como los pies son las manos. La confusión es total. Tal y como están las cosas con el VAR, un partido de fútbol es como tirar a los dados, todo depende del criterio de unos árbitros que interpretan el reglamento según el día. Este fútbol está enfermo. Vergonzoso
No hay voluntariedad del jugador Militao, pero eso no importa porque la norma cambia cada jornada de liga y cambia hasta llegar a lo absurdo. La polémica está servida. El VAR calienta la liga aún más.
Zidane, cosa rara en él, al final del encuentro Salió al paso del colegiado para pedirle explicaciones sobre esa jugada que acabó indignando a los jugadores y seguidores madridistas.
La polémica decisión que va a levantar auténtica polvareda en los estados de opinión cuando tan solo faltan tres jornadas para finalizar la liga, llegó cuando el Madrid se había repuesto del gol inicial del Sevilla, gracias al tanto de Asensio que marcó nada más salir sustituyendo a Modric.
Y por si fuera poco, al Madrid le anularon un gol de Benzema en la primera parte por fuera de juego,por un pie de Odriozola, en una de esas jugadas en las que tienes que hacer un acto de fe con la línea que trazan desde el VAR . La tecnología congela el momento en el que arranca Odriozola en el pase en profundidad que le da Vinicius.
Ese gol no subió al marcador, pero cambió la tendencia del partido. El Sevilla que había comenzado en plan mandón, dominando los espacios y la posesión que partía de una presión alta y bien coordinada, se achicó asustado por esa contra fulminante del Madrid, que ya por entonces empezó a meterse en el partido del que partió perdido. Los de Zidane avanzaron pero enfrente tenían a un bloque compacto, el Sevilla que fue mejor de inicio. Sin embargo, tras el descanso mejoró el Madrid que incluso mereció llevarse el triunfo.
En lo futbolístico, el partido fue vibrante y emocionante. Tuvo de todo: intensidad, nervios y polémica arbitral. Cada equipo mandó en un tiempo. El Sevilla lo hizo en el primer periodo donde consiguió el botín del 0-1 que tuvo su punto de partida en una falta inexistente de Casemiro. El centro de Navas lo interceptó muy bien Rakitic que cedió de cabeza a Fernando. El brasileño regateó a Casemiro y batió a Courtois. La defensa blanca, en ese gol estuvo muy desajustada.
El Madrid sabía que de ganar al Sevilla, después del empate entre Atletico y Barça, la liga dependería exclusivamente de él. Pero dadas las circunstancias de los blancos, el equipo hispalense era uno de los peores invitados para tomar la cabeza de la liga. En plena resaca de la caída de la Champions con el desgaste físico y emocional que eso le ha supuesto, era a todas luces un partido muy complicado, como así fue.
Al Madrid tras el descanso con ese 0-1 en el marcador y tras una más que mediocre primera parte, le correspondía hacer un ejercicio de casta y orgullo. El cansancio cuando el objetivo es máximo pasa a un segundo plano. De alguna forma a eso se agarró el equipo de Zidane que a falta de fondo físico sacó el corazón y el carácter. Con un juego más dinámico y más presionante empujó al Sevilla a su área. Llegó el empate; esa jugada polémica que era penalti en un área y luego fue en la otra. Pena máxima que transformó Rakitic en el 1-2. Antes de todo eso, Vinicius tuvo una ocasión clarísima que fue a dar en el poste. El brasileño como siempre fue un agitador pero sigue sin puntería, y en el fútbol goles son amores y no buenas razones.
El suspense siguió en este trepidante encuentro hasta el final. En el tiempo añadido, un disparo de Kroos fue desviado por el talón izquierdo de Hazard, que había sustituido a falta de diez minutos a Vinicius, y el Madrid rescató un punto que tal vez sea insuficiente pero dada la gobernanza del VAR, puede ocurrir cualquier cosa en las tres jornadas que faltan.
Manda el Atlético que ahora depende de si mismo, como en esta jornada el Madrid o hace unos días el Barcelona. La liga con el VAR gobernando, es una noria. Esto no se ha acabado.