El Real Madrid estaba muerto… y resucitó

El Real Madrid  a lo Real Madrid, hizo una remontada de las suyas ante el Villarreal que ganaba 2-0 al descanso, para terminar imponiéndose por (2-3) y por lo tanto se clasifica para los cuartos de final de la Copa del Rey.

   Después del primer tiempo con 2-0 a favor del Villarreal y viendo cómo se estaba desarrollando el partido,con dominio y mando del submarino amarillo que estaba pletórico  ante un Real Madrid que seguía en el cuarto oscuro, nadie, y digo bien, nadie, daba un euro por el equipo de Ancelotti.

   Los cuchillos estaban listos y  preparados para despellejar al Madrid que durante los primeros 45 minutos igual que en Arabia, emitía señales inquietantes con despropósitos en la defensa, centro del campo y delantera. Nadie daba un paso hacia adelante frente al empuje y buen juego del Villarreal que parecía demasiado para un apocado   y chato Real.

  De entrada, en la Cerámica, el que comenzó dando primero fue el conjunto de Quique Setién. Muy pronto a los tres minutos, golazo de Capoue tras maniobra genial de Gerard Moreno que el  centrocampista reventó en la red de Courtois, ante la perplejidad de la defensa blanca, que estaba como el resto del equipo, sin alma.

Al tanto local, reaccionó el Madrid muy tibiamente, como demostró el flojo  disparo de  Mendy, que detuvo sin problemas, Jorgensen. Suyo fue el primer disparo a puerta de los visitantes y suyo fueron los buenos pases que ni Valverde, primero y después, Rodrygo, no aprovecharon en dos magnificas ocasiones de gol.
  El Madrid quiso tomarle el pulso al partido, pero no le daba para más. Parejo, era  el faro de su equipo y en el Madrid, ni Valverde,Camavinga y Kroos tenían ideas para impulsar a los suyos. Se los comieron  los centrocampistas amarillos, con Baena y Capoue junto a Parejo, que les hacían  un roto continuo.

  El 2-0 se veía venir, y llegó en el minuto 42. En una jugada donde se vieron las costuras al centro del campo y sobre todo a  la defensa madridista que fue incapaz de despejar ni arrebatarle el balón a los delanteros del Villarreal que combinaron y jugaron a su antojo en el área blanca. La jugada finalizó con un pase maestro de Gerard Moreno a Chukwueze que culminó en el 2-0. El partido, viendo la fragilidad madridista, parecía sentenciado.
   Pero nadie tuvo en cuenta la advertencia de Setién antes del encuentro: “No hay que fiarse de un Madrid herido”

  Muy herido salió el Madrid en la segunda parte. Ancelotti les leyó la cartilla tras el nefasto primer tiempo que hicieron sus jugadores que a su vez, entonaron el mea culpa. Y todo cambio. No solo por el cambio de actitud de los blancos sino también, por las dos cambios en defensa del Villarreal. Comenzó a derrumbarse con la salida de Albiol (tocado) y de Juan Foyth,también lesionado. Todo el orden defensivo que había anulado a los atacantes madridistas se vino abajo. Tanto Benzema como Vinicius, sobre todo el brasileño, se sintieron liberados.
   Vinicius con la salida de Foyth lo agradeció de tal manera que tuvo repercusión en el juego de su equipo como de demostró posteriormente con sus diagonales y su primer gol. El estiró al conjunto blanco.

  Pero hubo un jugador que de verdad despertó al Real, y del que echó mano, con acierto Ancelotti. Su nombre es Ceballos que Salió en sustitución de Kroos (muy frío todo el partido) muy bien secundado por Asensio que  sustituyó a un triste Rodrygo,reñido por su técnico por sus malas pulgas, por el cambio.

   Ceballos fue decisivo en el renacer del Madrid. Su participación fue decisiva. Asistencia a Vinicius,pase crucial en el segundo y golazo en el tercero.
   En el 2-1, fue Ceballos quien sirvió, con un buen pase, para que Vinicius marcase. Con el gol del brasileño el Villarreal empezó a tiritar, barruntaba que ya tenía enfrente al Madrid de las remontadas, por más que no hubiera sido un equipo con mordiente hasta ese momento. Fue a partir del minuto 57, cuando vimos a ese Madrid solvente que había alejado todos los fantasmas. Los de Ancelotti cuajaron una gran media hora final.

   Y fue Ceballos quien centró para el cabezazo de Benzema, que estuvo muy poco preciso toda la noche, desvío de Jorgensen y remate final en corto de Militao. Empate (2-2). El Villarreal ya entonces estaba entregado.  Y fue Ceballos, tras jugada de Vinicius y Asensio, quien de disparo al borde del área hizo bingo para marcar el definitivo 2-3, que le da al conjunto blanco , el pase a los cuartos de final de Copa.

   Ceballos, por fin se encontró con su gran noche como jugador del  Madrid. Un Real, que pasó del tormento al éxtasis final. No estaba muerto. Con este triunfo balsámico, la crisis queda desactivada.