En un más que discreto partido, el Real Madrid venció por (2-0) al Celta de Vigo, haciendo lo justo para lograr una victoria tranquila que le sirve para tratar de seguir metiendo presión al Barcelona.
A la espera quedaba de ese encuentro del Camp Nou con el Atlético como visitante. Tras la derrota de los rojiblancos los azulgranas siguen a once puntos de los madridistas. No obstante el Madrid mientras que matemáticamente el Barca no sea campeón ,seguira metiéndole presión.
Antes de ese partido del Camp Nou y jugado el sabado, el Madrid solventó un partido sin sobresaltos. Le bastó con el empuje de Vinicius y sus eternas carreras,la buena prestación de Ceballos, los apuntes con hilo fino de Asensio,y la abundancia en todos los sentidos, de un inmenso Camavinga que gana todos los duelos. El francés, es una maquina perfectamente engrasada.
Bajo esos pilares, el Real construyó el triunfo sobre un Celta menor, muy diezmado por bajas en casi todas las líneas y al que le faltó contundencia. Apenas hubo noticias de Iago Aspas y del nuevo ídolo del celtismo, Gabi Veiga, que pasó de puntillas por el Bernabéu.
Asensio, con su gol, fue quien desatascó a los suyos que comenzaron muy fríos ante el enfado de Ancelotti que les pedía que espabilasen de una vez. Algo que no hizo hasta que pasó el minuto 25, que fue cuando el Madrid comenzó a someter al Celta.
Y es que ante la dureza del calendario que le esperan al Real, como decíamos, los blancos comenzaron con muchas dudas y sin ritmo. Había acercamientos pero escasos remates que no llegaban a ningún sitio. Era un partido soso por ambos conjuntos.
Poco a poco, el equipo de Ancelotti fue entrando al partido con Vinicius, que no sabe lo que es relajarse, como espoleta. Y, para colmo del Celta, por la banda del brasileño ante la falta del sancionado Hugo Mallo, tuvo que marcarle el suplente Kevin que ademas recibió tarjeta amarilla a los veinte minutos. Por esa banda volcó el Madrid todo el juego; y por ahí arrancó la jugada del primer gol: pase en profundidad de Ceballos a Vinicius, este que corre la banda hasta llegar casi al fondo de la línea de córner, pase atrás donde apareció Asensio quien con su zurda, marcó el 1-0.
Sin mucho más que llevarse a la boca, finalizó el primer periodo. Tras el descanso, casi de forma inmediata llegó el 2-0. Asensio saca un saque de esquina y Militao de un increíble salto,superando a todos por el aire, de cabeza, logra el segundo tanto que les llevó la total tranquilidad.
Con el deber cumplido, el Madrid se dejó ir a la espera de otra carrera más de Vinicius,algún detalle del peleón Ceballos, un chispazo de Asensio. Todos ellos cumplieron perfectamente, pero si hay que distinguir a alguien ese es, Camavinga, quien volvió hacer un ejercicio de poderío, diría que de exuberancia. Tiene al Bernabéu embrujado. Eso, a pesar de no jugar en su sitio -el lateral izquierdo no es su puesto- Ahí pierde parte de sus prestaciones.
Cuando salió Lucas Vázquez por Asensio, pasando Nacho al leteral izquierdo y el francés al centro del campo, fue cuando vimos la auténtica dimensión y la fortaleza de un Camavinga colosal.
Certificada la victoria, el partido perdió mucho interés. El Celta se estiró un poco más e incluso pudo añadir algo de morbo si Iago Aspas hubiese resuelto un duelo con Courtois, pero el belga demostró que tienen dos brazos como dos remos.
Real Madrid esperaba la ayuda del Atlético para esa remota liga que ya esta más que imposible. Las miradas, casi en exclusiva, están puestas en la final de copa y principalmente, en la Champions.