El Madrid rescata su esencia europea

Tenía que ser en la Champions cuando el Real Madrid mostrase su lado más sólido. Ganó 3-1 al Atalanta en el partido de vuelta de los octavos de final (4-1 en el cómputo total). No solo ganó sino que convenció, como pocas veces lo ha hecho esta temporada, clasificándose para la siguiente fase.
 
  El equipo de Zidane, lanzado por Vinicius y muy bien acompañado por Benzema, sobre todo por Modric, y después por  Kroos, su columna vertebral, rebajó las ínfulas al Atalanta y ha pasado con autoridad a los cuartos de final de la Liga de Campeones.
 
  El partido fue un ejercicio de seriedad del equipo blanco, que debe ser verdad que cuando de Europa se trata, se transforma. Se Ganó a pulso su pase a la siguiente fase.  Si alguien dominó el tempo del partido, ese fue, sin duda alguna, un inmenso Modric que en esta ocasión creció muchos centímetros a nivel futbolístico.
  Si el croata tuvo la manija del partido, Sergio Ramos fue el dueño absoluto de la defensa blanca,con Vinicius  que fue ese jugador eléctrico que solo le faltó definir, en su tal vez mejor partido con la camiseta del Madrid.
 
  En un ejerció muy coral de todo el equipo de Zidane, se impuso con total claridad  a un Atalanta  que comenzó con una gran actividad, que hacía presagiar momentos temibles para un Madrid todavía en mantillas.
 
  El Atalanta, comenzó a tumba abierta  como si la vida le fuese en ello. El Real Madrid, en cambio, comenzó con esa calma que le da un equipo que sabe a  lo que se juega en la máxima competición continental.  Eran pájaros contra corderos: Los italianos pagaron su osadía  ante un equipo que rescato su esencia europea.
  Todo comenzó con el Atalante en plan irreverente, un equipo que sin grandes figuras, juega con esa filosofía parda de  Nada que perder y mucho que ganar. Ese principio, fue el que les infundo  su técnico Gasparini para tratar de sorprender a este irregular equipo  de Zidane,  que curiosamente cuando de Europa se trata des transforma.
  El primer cuarto de hora, de alguna forma, retrató los defectos de este Madrid actual.  Los italianos, eran unos rivales atrevidos dispuestos a  protagonizar la gran sorpresa de los octavos de final. Era un equipo atrevido, con marcajes individuales a todo campo, que incluso proyectaba a sus centrales como  extremos. Era el fútbol atacante por excelencia que sorprendió a  blancos en la salida, obligando a pelotazos de Courtois muy fáciles de defender. A los tres minutos llegó el primer susto, una caída de Muriel a banda izquierda que el ariete convirtió en un centro espléndido a Gosens. Suerte que el alemán no conectó bien el remate que cayó en manos de Courtois.  Pasado ese cuarto de hora inicial,  ya apenas los italianos tuvieron más ocasiones claras. Debe ser que entonces,  se dieron cuenta que estaban ante todo un campeón de Europa.
    El partido que propuso el Atalanta no estaba para jugarlo por la tremenda, sino para saber cómo jugarlo. Y en eso el Madrid supo interpretarlo de maravilla , sobre  todo ese jugador que sabe como  leer los partidos como nadie, Modric. El croata mandó parar cuando era oportuno; apretó cuando era necesario y lanzó a un Vinicius que hizo uno de sus mejores partidos con la camiseta blanca. Solo le falto el gol. Pero ese es el Vinicius que la afición madridista quiere ver: alegre, desenvuelto y con el ánimo alto para hacer el uno contra uno. Debe jugar sin complejos.
  A pesar de que la puesta de tres centrales no le fue bien contra el Elche, Zizane de nuevo apostó por jugar con esa variante: Varane, Sergio Ramos y Nacho. En esta ocasión el juego fue más fluido, y quitando el primer cuarto de hora, los blancos fueron muy superiores sobre un Atalanta arrollador de inicio, pero que se vino abajo con el paso del tiempo.
    El gol de Benzema a los 33 minutos tras robo de balón del eterno joven, Modric, tumbó definitivamente a los  de Bérgamo . Con el  1-0
estaba claro que el empuje del Atalanta iba a ser mucho mayor dadas las necesidades de los italianos. En esas estábamos, cuando en la mejor jugada del partido, Vinicius cogió un balón prácticamente  en su área, Salió en carrera con mucha velocidad; regateó a uno y hasta dos y tres jugadores, y cuando solo debía alojar la pelota en la red, lanzó fuera al darle con el exterior del pie en lugar del interior. El brasileño hizo lo imposible, posible. Pero ese es el Vinicius que la afición madridista quiere ver.
  Pero en cambio, en otras de sus carreras del brasileño, provocó  el penalti que hizo  que Sergio Ramos pusiese el 2-o en el marcador que dejó vista para sentencia la eliminatoria. Después, los goles de Muriel, de falta lanzada magníficamente; y los de Asensio, que  nada más salir marcó, fueron el colofón.
  De  nuevo, el Real Madrid, tres años después, vuelve al escaparate de los cuartos de final e la Champions.
  Sin duda, al Real Madrid le gusta Europa.