El Real Madrid con su triunfo (0-1) frente al Athletic en San Mamés puede haber dado jaque mate a esta liga tan especial. Marcó Sergio Ramos de penalti y con ese tanto, el Madrid comienza la cuenta atrás para conquistar el campeonato nacional de liga. Era una de las salidas más complicadas que le quedaban al equipo de Zidane, que solventó haciendo un partido muy serio de principio a fin.
Si, antes de este partido en la catedral, habíamos dicho que el Madrid no estaba jugando bien, hoy habrá que decir que en el mejor encuentro que han realizado los blancos desde el regreso, jugaron para ganar en un choque muy igualado e intenso que se definió por una jugada donde el VAR fue determinante, y que de nuevo va a traer polémica.
Si hemos de ser sinceros, diré que durante la transmisión del encuentro no me di cuenta de la jugada entre Marcelo y Raúl García, ni el colegiado tampoco. Fue el arbitró del VAR quien llamó la atención del colegiado para que revisase la jugada. Una vez revisada, el penalti es claro. Lo lanzó Sergio Ramos quien desde el confinamiento ha anotado cinco penaltis. Con este de San Mamés suma ya 22 penas máximas sin fallo. Los lanza de maravilla como si estuviera en un partido de amigos. Tiene, aguante, repertorio y mucha picardía. En este caso, hubo una buena utilización de VAR, que para eso está, aunque a los del Athletic, les escociese, pero la realidad es la que es y no la que queramos para nuestros intereses.
Cinco minutos después, el Athletic reclamó un pisotón de Sergio Ramos a Raúl García, que lo fue, pero fue involuntario y donde el jugador del Athletic hizo todo lo posible para que fuese voluntario. El arbitro y el VAR, lo consideró involuntario y a otra cosa. Las circunstancias que rodearon a a esa jugada , eran totalmente distintas a la de Marcelo-Raúl García.
Independientemente de esas jugadas polémicas, que llenarán las tabloides y los medios de comunicación más sensacionalistas, el encuentro disputado a la hora intempestiva de las dos de la tarde, fue intenso y bien jugado por los dos equipos que se movieron mejor de lo que se presumía por esa hora tan fuera de lógica en este maratón liguero.
El partido tuvo mucha enjundia en el caluroso mediodía bilbaíno donde los dos equipos sellaron un encuentro de mucho ritmo que a veces resultó extenúente y que pese a terminar con empate a cero en el primer periodo, resultó muy entretenido, con ocasiones por los dos bandos.
Antes de los cinco minutos, una falta lanzada por Asensio a punto estuvo de abrir el marcador. Carvajal recogió el rechace de Uanai Simón, pero Benzema no llegó con claridad para rematar. El propio Asensio dejó su huella en un gran centro, que Rodrygo cabeceó fuera. Tanto Asensio como Rodrygo, titulares en Bilbao, fueron dos flechas cada uno por su banda. Sobre ellos, como una gaviota, voló Benzema cada día más imprescindible en este Real Madrid, que ya no cuenta ni con Bale, y mucho menos con James, que pidió no ser convocado.
La reacción del Athletic no se hizo esperar con un gran cabezazo de Raúl García que detuvo, el ahora más seguro que nunca, Courtois, y algunas jugadas del correcaminos de Williams, un peligro continuo para el área madridista, a quien controló muy bien Militaó, que estuvo serio, firme y sobrio.
El encuentro fue muy competido por ambas partes aunque no tuviese mucho foco en las áreas, pero el Madrid siempre fue más inquietante que su oponente y hasta tuvo más resistencia física. En esta ocasión, Zidane hasta acertó con los cambios dando carrete en la segunda parte a Vinicius y Lucas Vázquez, que volvía tras una lesión, por Asensio que cuajó un buen partido y Rodrygo, que fue un estilete por su banda. Luego después dio pasó a Kroos por Valverde y hasta le dio oportunidad a Jovic, que repareció, por Benzema cuando el encuentro se consumía.
El equipo de Zidane a un buen nivel físico, madura y madura los partidos desde su innegable acierto defensivo que parte desde un seguro Courtois, y una solidez aplastante que va desde los laterales a los centrales, junto al trabajo eficaz de Casemiro, Valverde, los todo terreno, más Kroos y Modric… Ante semejante eficacia, con el discurrir del partido el Athletic se fue apagando poco a poco. A Raúl García, le ataron en corto y a Williams le cerraron las pistas. Ya no hubo respuesta del equipo vasco más agotado que los blancos, que sellaron un triunfo que puede valer un título de liga.
En esta ocasión, si vimos a un Real Madrid muy solvente. Jugó como un equipo muy sólido, con pocas fisuras y entregado totalmente a una causa, la liga.
Con este triunfo en San Mamés, puede haber dado jaque mate a esta liga tan especial.