¡El Madrid lanzado hacia LaLiga!

 Un serio, sólido y dominante Real Madrid  venció (2-4) a Osasuna en el Sadar, otrora campo  de minas, y pone rumbo con paso firme a la conquista de la liga a falta de nueve jornadas.
   Vinicius, con un juego lleno de fantasía sentó cátedra en Pamplona con dos goles, dando  todo un recital. Pero, de nuevo tuvo la torpeza de sobre actuar  con el colegiado que le mostró tarjeta amarilla. Tarjeta que le impedirá jugar la próxima jornada contra el Athletic, en el Bernabéu. Hasta el partido de Champions el 9 de abril contra el Manchester City, por aquello del paro y demás, no volverá a jugar con el Real Madrid.

   Apoyado en el talento de Vinicius que estuvo de diez, el Real solventó con autoridad el partido ante el siempre fiero Osasuna. Junto al brasileño sobresalió también, Brahim que estrenó su nueva nacionalidad, la marroquí, con un gol, el 1-3 que ponía tierra de por medio.

   Osasuna,lejos  de ser un equipo defensivo como hacía presagiar sus cinco defensas, fue valiente desde el principio con una presión muy alta que a la postre facilitó la estrategia del Real Madrid,equipo versátil y polifacético donde los haya,  que volvió loco a los rojillos.

    Corría  el minuto 4, cuando Catena con sus compañeros muy adelantados, metió la pata ante Vinicius que le robó el balón marcando el 0-1, con total seguridad y gran definición.
   No habían pasado ni tres minutos, en el 7 empataba Osasuna tras un saque de esquina que terminó resolviendo Budimir después de cabecear atrás Carvajal y centrar Herrando (1-1).
    Casi de inmediato, Vinicius a quien Ancelotti situó casi todo el primer periodo como delantero centro, con Rodrygo a la derecha y Brahim a la izquierda, tuvo una segunda oportunidad, idéntica al 0-1, en un gran desmarque que vio Rüdiger. En esta ocasión dejó la sencillez a un lado y optó por el barroquismo y Herrera detuvo,  lo que parecía iba a ser gol.

  Osasuna seguía valiente con ese futbol de choque,mucha presión y siempre buscando la segunda jugada. Pero el Madrid era quien llevaba el peligro por ambas bandas. El 1-2, minuto 17 tuvo su origen en el costado izquierdo con un pase de Brahim, buena maniobra de Valverde cambiando la orientación del balón y mejor culminación de Carvajal en un delicado y oportuno remate con el exterior,que dejó clavado al guardameta rojillo.

   El partido era muy entretenido, demostrando el Madrid del por qué es líder, mientras Osasuna  intentaba contrarrestarle  a su manera. Arnaíz, antes del descanso, con un gran disparo casi logra el empate que impidió Lunin  con una gran estirada.

   Tras el descanso, Osasuna salió como anestesiado. Al igual que su afición, que bajó los decibelios. El  Madrid en cambio, entró dispuesto a finiquitar el partido que Brahim logró en el minuto 60. Lunin golpeó en largo, el balón lo peinó Valverde y acabó en  el  nuevo jugador de la selección de Marruecos que batió a Herrera con un remate interior y con total tranquilidad.

    Tres minutos después, en el 63,  Vinicius en una jugada de auténtico genio, bajó la persiana al partido. El 1-4, fue un gol de magia.  Casi sin ángulo, por la izquierda por donde jugó en el segundo periodo, tocó sutilmente de interior con efecto y el balón se coló mansamente en la portería rival. Fue un gol fuera de serie, de un jugador fuera de serie y diferente.

    El partido estaba visto para sentencia. Rodrygo pudo aumentar el marcador con dos buenas ocasiones que le detuvo el buen guardameta Herrera.  Ya nada cambió, salvó el tanto de Iker Muñoz en el 90, cuando el Madrid ya había bajado la guardia.

   Arda Güler, no me explico por qué Ancelotti no le dio mas minutos cuando el partido ya estaba resuelto, estuvo a punto de marcar el gol de la liga en su lanzamiento desde el centro del campo, al ver al guardameta osasunista adelantado. El balón golpeó en el larguero. Fue otra delicia turca. Este chico tiene mucho, pero que mucho talento y merece muchas más oportunidades.

   Un apunte, antes de terminar. Tchouameni, que jugó de central junto a Rüdiger, se perfila como titular en esa posición para el trascendental partido ante el Manchester City.
   Por lo demás, triunfo incontestable del Real Madrid que jugó en el Sadar como si fuese su casa. Lo hizo con mentalidad de líder. La liga empieza a rozarla con las manos.