El Gobierno reclama a Ayuso una rectificación urgente de sus medidas ante el riesgo sanitario para Madrid y las comunidades limítrofes
Arturo Puente/eldiario.es El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha lanzado este sábado un duro aviso a las autoridades madrileñas. La capital de España está en un «serio riesgo sanitario», tanto para su población como para los territorios circundantes, ha asegurado Illa, por lo que es hora de «tomar el control» de la situación epidemiológica. Para ello, el titular de Sanidad ha emplazado a la Comunidad de Madrid a «revisar y extender» las medidas de contención del virus y a hacer caso tanto a las recomendaciones hechas por el Ministerio como a las opiniones de los expertos y la comunidad científica.
Pese al contundente aviso, el ministro ha preferido eludir la pregunta sobre si el Gobierno se plantea aplicar un estado de alarma territorial sin el acuerdo con los responsables autonómicos. «Todas las energías deben ir a la batalla por la salud, esto no es una batalla ideológica sino epidemiológica», ha despejado el titular de Sanidad.
El ministro además ha contrastado la situación en la capital de España con las medidas que se han tomado en otras comunidades. «Navarra, Castilla y León, Castilla-La Mancha o Catalunya ya lo han hecho», ha asegurado, «ahora nos preocupa mucho Madrid». A este respecto, Illa ha asegurado que el Gobierno ha actuado de la misma forma ante todas las comunidades autónomas, tratando de dar pautas y enviando recomendaciones dependiendo de la situación sanitaria que se ha producido en cada una de ellas.
El ministro de Sanidad ha comparecido este sábado ante la prensa desde Barcelona, después de participar en una reunión telemática con la secretaria de estado de Sanidad, Silvia Calzón, y el director de CCAES, Fernando Simón, con quienes ha realizado un seguimiento sobre la evolución de la pandemia. Illa había dado este viernes unas recomendaciones contundentes para Madrid, que superaban ampliamente las tomadas por la Comunidad.
Entre otras medidas, el Ministerio consideraba que debían aplicarse restricciones a la movilidad en toda la capital también a todas las ciudades con una incidencia mayor de 500 contagios por cada 100.000 habitantes. En la práctica esto suponía un confinamiento mucho más amplio de que proponía por Madrid. En paralelo el viceconsejero madrileño anunció que a partir del lunes solo ampliaría el confinamiento a 8 zonas sanitarias más, 45 en total, y que serían las que están por encima de una incidencia de 1.000 casos, con alguna excepción.
La discrepancia entre las medidas propuestas por el Gobierno y las aplicadas por la Comunidad de Madrid son patentes. Un choque que se produce pocos días después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, representasen un armisticio con una rueda de prensa conjunta en la sede del gobierno autonómico, en el que acordaron crear un «espacio de diálogo» desde el que coordinar las medidas sanitarias.
Dimite el portavoz de la comisión conjunta
La tensión entre el ejecutivo autonómico y el estatal ha desembocado este sábado en la dimisión del portavoz de la comisión contra la pandemia de Madrid y el Gobierno. Tan solo 48 horas después de ser nombrado por consenso entre Illa y Ruiz-Escudero, Emilio Bouza ha presentado una carta de dimisión en la que afirma que «las circunstancias» presenciadas, «junto con la contemplación de las ruedas de prensa simultáneas del viernes 25», le obligan a renunciar.
Bouza, doctor y catedrático, expresa que tanto el ministro como el consejero le «afirmaron su voluntad de concordia política y su impulso para trabajar unidos para buscar una solución al problema». «Creí en lo que se prometía y, tras unas horas de reflexión, acepté», señala. Ahora, dos días después y ante el evidente desencuentro entre Comunidad y Gobierno, considera que no es su puesto, «en las actuales circunstancias».
Pese al choque de criterios que ha llevado al ministro a hacer este sábado la dura advertencia al Gobierno de Madrid, Illa ha recalcado que continuarán manteniendo la «lealtad institucional» ante la gestión autonómica. «Una lealtad», ha dicho, «que nos hace seguir participando el espacio de diálogo acordado por el presidente y la Comunidad de Madrid».
