El Gobierno de Ayuso se resquebraja por la gestión de la pandemia: once dimisiones en medio año

Fátima Caballero/eldiario.es El Gobierno de la Comunidad de Madrid que preside Isabel Díaz Ayuso acumula una dimisión tras otra cuando apenas ha cumplido 14 meses de mandato. Su gestión de la desescalada y de la segunda ola de la pandemia no solo ha desatado una marejada de críticas de la oposición que incluso se ha planteado la moción de censura. También ha supuesto un goteo de renuncias y ceses en un gabinete que está partido a la mitad. Desde mayo, en menos de medio año, 11 importantes cargos han presentado a Díaz Ayuso su dimisión.

Las últimas renuncias se produjeron este martes, con la pandemia descontrolada durante la segunda ola de la Covid-19. Las responsable de Atención Primaria, Marta Sánchez-Celaya, y la de Hospitales, Bárbara Fernández, presentaban el mismo día su dimisión. Ambas han tomado esta decisión después de que Díaz Ayuso remodelara la viceconsejería de la que dependen para nombrar al médico Juan Armengol, nuevo viceconsejero de Asistencia Sanitaria. Ambas se marchan plena negociación con los sindicatos que amenazan con huelgas indefinidas por sus condiciones de trabajo tanto en los centros de salud como en los hospitales.

Llueve sobre mojado. La crisis de confianza en la gestión de Ayuso por parte de sus propios técnicos arrancó el 7 de mayo, cuando se fue la directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, tras negarse a firmar la petición de cambio de fase al Ministerio de Sanidad en plena guerra de la presidenta madrileña con el Gobierno central. La última renuncia más polémica se producía el 2 de octubre: el consejero de Políticas Sociales Alberto Reyero, en el ala de Ciudadanos, se iba del Gobierno tras la gestión de las residencias, donde fallecieron más de 7.000 ancianos en solo dos meses.

Las relaciones de Ayuso con su socio de Gobierno, Ciudadanos, atraviesan su peor momento hasta el punto de que el plan del Ejecutivo regional tras el fin del estado de alarma se decidía a espaldas del vicepresidente, Ignacio Aguado. «Aguado y los consejeros de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid se han enterado de las nuevas medidas en la región en la rueda de prensa de Ruiz Escudero. Es una deslealtad a tu socio de gobierno. Es impresentable», lamentaban fuentes cercanas al número dos de la Comunidad. La batalla es pública. Las relaciones entre ambos casi nulas.

Yolanda Fuentes. Fue la directora general de Salud Pública de Madrid hasta el 7 de mayo de 2020. Ese día presentó su dimisión después de negarse a firmar el plan de desescalada que pretendía Isabel Díaz Ayuso para que la región pasase a la fase 1 dentro del estado de alarma. La decisión de cambiar de fase «no estaba basada en criterios de salud», apuntó Fuentes en su carta de renuncia.

El 26 de septiembre, en plena pugna de Madrid con el Gobierno central por las medidas para frenar los contagios desbordados en la región, Fuentes publicó en su cuenta de Twitter el fragmento de la película Titanic en la que el transatlántico se hunde pero la orquesta sigue tocando. «Buena Suerte», deseaba la ex directora de Salud Pública de Madrid sin mencionar expresamente a la administración madrileña. Los contagios estaban de nuevos disparados en la región y los expertos apuntaban ya en la desescalada acelerada que promovió Ayuso en la región uno de los factores clave. También la falta de rastreadores y el refuerzo de la Atención Primaria.

Carlos Mur de Víu. Pocos días después de la dimisión de Fuentes, el 13 de mayo, llegó el cese de Carlos Mur de Víu, que hasta entonces había ocupado el puesto de director general de Coordinación Sociosanitaria de la Comunidad de Madrid. Mur de Víu había sido nombrado por Ayuso el 24 de septiembre. Fue el responsable de firmar las órdenes de Sanidad que impidieron el traslado de ancianos de residencias a hospitales en el peor momento de la pandemia cuando los fallecidos en los geriátricos se contaban por miles. Estas órdenes generaron la mayor guerra dentro del Ejecutivo entre el entonces consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, y el de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. El primero ha acabado dimitiendo.

Miguel Ángel Jiménez: Un día después de la salida de Mur de Víu, el 14 de mayo, se produjo el cese «a petición propia» del entonces secretario general técnico de Políticas Sociales, Miguel Ángel Jiménez. Se iba tras declararse «máximo responsable» del «error» que llevó a la publicación en el portal de contratación de una adjudicación a Room Mate –propiedad empresario Kike Sarasola–, en cuyos apartahoteles de lujo se alojó Isabel Díaz Ayuso a precio reducido durante la crisis sanitaria entre marzo y mayo. Su salida trató de apaciguar las sospechas aireadas por el entorno de la presidenta, que venían a decir que la publicación de ese contrato no fue una equivocación y que señalaban directamente a sus socios de gobierno.

Carlos Reus Jimeno: En la Consejería de Políticas Sociales habría después más renuncias. El 23 de junio presentaba su dimisión el jefe de gabinete de la Consejería de Políticas Sociales, Carlos Reus Jimeno. La razón que esgrimieron desde el departamento que dirigía el entonces consejero Alberto Reyero, de Ciudadanos, fueron «motivos personales». La gestión de las residencias por parte del Gobierno de Ayuso, que transfirió las competencias a Sanidad en marzo, pesó entre los cargos de la Consejería, y muchos arrastran todavía el estrés y otras consecuencias psicológicas de aquella gestión que se cobró la vida de miles de ancianos sin que pudieran ser trasladados a los hospitales.

Óscar Álvarez: Fue también el caso del entonces responsable de las residencias, Óscar Álvarez, que tres días después, el 26 de junio, también abanadonaba su cargo. Álvarez dimitió por «motivos de salud», aseguraron desde la Consejería. Ahora ha sido rescatado por el nuevo consejero de Políticas Sociales, Javier Luengo, número dos primero y sustituto de Reyero después, para ocupar el cargo de director general de Discapacidad. 

Manuel Ángel de la Puente: los meses de verano fueron un valle sin renuncias pero la vuelta de las vacaciones trajeron más dimisiones. El 11 de septiembre lo dejó el hasta entonces director general del Proceso Integrado de Salud del Sermas, Manuel Ángel de la Puente, en plena segunda ola de la pandemia de la Covid-19 en Madrid. Los contagios se empezaron a disparar en agosto y De la Puente se marchaba nada más empezar septiembre.

Ignacio García Mostazo: El 23 de septiembre abandonaba el Gobierno regional Ignacio García Mostazo. Mostazo fue hasta entonces el director general de Medios de la Comunidad de Madrid. Solo dos días antes de su cese a petición propia, había sido el responsable de gestionar la comunicación junto al secretario de estado Alberto Oliver, del encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta de la Comunidad de Madrid. Mostazo hacía tiempo que estaba disconforme con la política de comunicación de Ayuso, sobre todo desde la llegada al Gobierno como jefe de gabinete de la presidenta de Miguel Ángel Rodríguez, aseguran diferentes fuentes. Mostazo sustituido por Sandra Fernández, hasta entonces jefa de gabinete de la consejera de Cultura, de Ciudadanos, Marta Rivera de la Cruz. Fernández es la tercera en ocupar el cargo en 13 meses de mandato, tras el cese de Nacho Balbín en noviembre de 2019.

Emilio Bouza: El doctor y catedrático Emilio Bouza duró en el cargo exactamente 48 horas. Fue designado el 24 de septiembre portavoz del Grupo Covid-19 que reúne cada martes a miembros del Ejecutivo de Ayuso y del Gobierno de Sánchez. Dos días después, el 26 de septiembre, presentó su dimisión escandalizado por el enfrentamiento entre ambas administraciones.  «Las circunstancias que he presenciado en los dos días siguientes, junto con la contemplación de las ruedas de prensa simultáneas del viernes 25, me obligan a renunciar», decía en su carta de renuncia.

Alberto Reyero: Ha sido junto a la de Fuentes, la dimisión más sonada del Gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos. Presentó su renuncia el pasado 2 de octubre, el mismo día que la presidenta de la Comunidad de Madrid solicitaba medidas a la Audiencia Nacional que paralizase el cierre perimetral de Madrid y otros nueve municipios que había sido aprobado dos días antes en el Consejo Interterritorial. «La unidad entre las instituciones es el camino más acertado para vencer al virus», dijo Reyero en su carta de dimisión. El exconsejero renunció de su cargo después de haber protagonizado un grave enfrentamiento con el titular de Sanidad por la gestión de las residencias y las órdenes que impidieron el traslado de ancianos de los geriátricos a los hospitales. La Asamblea de Madrid ha iniciado una comisión de investigación.

Marta Sánchez-Celaya: Ha sido la última en marcharse. Era responsable de la Atención Primaria, una de las áreas más controvertidas de la gestión de Díaz Ayuso. Marta Sánchez-Celaya presentaba este martes su renuncia tras cinco años en el cargo, en plena negociación con los sindicatos que piden refuerzos en los centros de salud así como una mejora de las condiciones laborales de los profesionales. «Es un cese a petición propia después de haber estado cinco años en el cargo, un relevo después de haber dejado preparado el Plan de refuerzo de Atención Primaria», aseguraban este martes fuentes de la Consejería de Sanidad.

Bárbara Fernández: Junto a Sánchez-Celaya presentaba este martes su dimisión como máxima responsable de los hospitales de Madrid, en plena segunda ola con la capacidad hospitalaria cada vez más mermada. Su renuncia al igual que la de Sánchez-Celaya llega después del nombramiento de Juan Armengol, nuevo viceconsejero de Asistencia Sanitaria el pasado 7 de octubre.