Vibrante y hermoso partido el que han protagonizado Betis y Real Madrid en el Benito Villamarín, donde justamente se han repartido los puntos (1-1), con dos golazos: el primero de Bellingham por su preciosa combinación entre Brahim y el inglés, y el del Betis por el enorme zapatazo de Ruibal.
El Betis, por lo tanto, frenó al Madrid en su estadio, un fortín donde no ha ganado nadie esta temporada y en el que equipo verdiblanco supo aguantar al conjunto de Ancelotti en sus primeras acometidas y a un sobresaliente Rodrygo que volvió a estar inspirado y que fue el mejor del encuentro.
El duelo fue intenso y de mucho ritmo durante los 90 minutos. Estuvo lleno de ocasiones y de llegadas, pudo decantarse a favor de cualquier equipo. Oportunidades tuvieron para ello. Isco al final la tuvo con un cabezazo que se fue al palo; y Joselu en los últimos minutos en un balón que repelió en un Pezzela. Igualmente, Chiad en la última del partido, tras un saque de esquina obligó a Lunin, de nuevo sobresaliente, a una gran intervención.
El Betis supo aguantar al Madrid que comenzó en los primeros 20 minutos, apuntando muy alto con Rodrygo dando un master por la banda izquierda. El brasileño fue el agitador por esa banda con Ruibal, su marcador, sufriendo lo indecible. En las primeras andanadas, el lateral le aguantó muy bien, pero a la tercera comenzó el festival Rodrygo que se iba una y otra vez. En una de ellas, Ruibal llegó a derribar al delantero en un lance en el que al colegiado le pareció insuficiente para señalar la pena máxima.
El Madrid había encontrado pasillo por la izquierda y por allí insistió durante los primeros quince minutos con las siempre elegantes aperturas de Kroos. Bellingham, también apareció por ahí para enredar un poco más al Betis. Y es que cuando aparece el inglés algo suele suceder como fue el tacón a Rodrygo que recogió sobre la línea de fondo. El brasileño se escapó a través de un caño que terminó en un rebote que recogió Brahim para marcar, pero la jugada había comenzado en un fuera de juego por el pelo de una gamba, y el tanto fue anulado.
El Betis parecía asustado ante el dominio pleno del Madrid, pero de buenas a primeras el aire cambió. A partir del minuto treinta, el equipo de Ancelotti desapareció. Se olvidaron de la banda de Rodrygo y los de Pellegrini, emergieron. Ayoze,solo ante Lunin, después de hacer falta a Mendy que el arbitro no consideró, disparó a bocajarro y despejó el guardameta ucraniano que justamente se ha hecho con la titularidad. Ante los bélicos estuvo muy inspirado y así lo confirmó al ganarle a Isco un mano a mano,ya en la segunda parte..
Ancelotti, por tercera vez en esta temporada y como quiera que la necesidad obliga ante tantos lesionados, juntó a Kroos con Modric acompañados por Valverde, en la medular. Los tres comandaron el el dominio inicial del Madrid que como ya hemos mencionado quedó volcado en el lado izquierdo, aunque sin producción.
El partido de ida y vuelta estaba siendo muy vistoso pero no había goles. Al descanso, 0-0
En el segundo periodo, parecía que el Betis iba a más y el Madrid a menos. Fue un espejismo. Bellingham, un tanto ausente en el primer tiempo, dejó la hibernación y comenzó a carburar. El inglés, listo como pocos, le indicó a Brahim con la mirada un desmarque y ahí que fue a parar el magnífico pase del malagueño para que Bellingham marcara el 0-1, en el minuto 52. Otra definición del jugador todo terreno que en el puesto de nueve definió, como auténtico delantero centro. Es un jugador que brilla de cualquier forma y donde sea. Ya lleva un total de 16 goles, 12 en liga y cuatro en la Champions.
El Betis, con el tanto madridista pasó por momentos apurados. Rodrygo,pesadilla para los verdiblancos con sus regates y desequilibrios, estuvo a punto de hacer el gol imposible pero falló por falta de ángulo. Tal vez, en esa jugada pecó de egoísmo porque al otro lado ,solo, estaba Brahim pidiendo el pase.
Las muchas llegadas entonces del Madrid se perdían en un “uy”. No encontraron el gol de la tranquilidad. Y lo que son las cosas del fútbol, el Betis que nunca se entregó comenzó a encontrar a Isco y este a su vez contribuyó a que el equipo se rebelase a su alrededor. Así, cuando corría el minuto 65, llegó el empate. Un golazo con mayúsculas que partió de un soberbio zapatazo de Ruibal que le pegó con el alma. Nadie le quita mérito al tremendo disparo, pero Mendy, Alaba y Valverde estuvieron muy pasivos. Por cierto, Mendy, es de pánico por su banda.
El gol desorientó al Madrid y Ancelotti, se volvió un poco loco cambiando sin ton ni son. Inexplicablemente quitó a Modric, quien con razón, salió muy enfadado y al arquitecto Kroos para dar paso a Ceballos y a Nico Paz. Me pareció una incongruencia total porque ambos jugadores estaban muy metidos en el partido.
El Betis, vio entonces las debilidades del Madrid y terminó el partido jugando en su área. Ya no hubo tiempo para más. Tal como finalizó el partido, el Real Madrid no se dejó dos puntos en el Villamarín, ganó un punto que le permite acostarse líder, en solitario. Solo se lo puede arrebatar el Girona si gana al Barça en Montjuic.