El 23F de 2021

Un nieto, un poco cansado de tanto 23F en TV, preguntó: ¿tú estabas allí,abuelo? Y unos pocos abuelos hemos podido contestar: sí yo estaba allí.

Las TVs han mezclado algo que no es muy corriente en la História: amplias imágenes directas de un suceso de hace 40 años y numerosas opiniones emitidas al mismo tiempo de un acto solemne de recuerdo en el Parlamento.

Por cierto, hay debate sobre si el acto tuvo toda la grandeza del recuerdo que celebraba o era un exceso sobre algo que mejor ir olvidando. Se comprobó en vivo y en directo la variedad de opiniones que aquella fecha produce. Ha habido parlamentarios que no asistieron al acto. Ha habido representantes que han aplaudido a algunos personajes, menos al Rey. Y una mayoría ha saludado con sus palmas la buena noticia de que, gracias a ese día, hoy estamos en una España de alto nivel de Democracia y Libertad.

Lo que es imparable es el debate sobre lo que DE VERDAD ocurrió esa tarde-noche.

Y aquí aparece el famoso elefante indio y unos ciegos que iban contando cómo era un elefante según qué parte del animal tocaban: completo no podían verlo ni sentirlo. El famoso Elefante Blanco que citan algunos de los ocupantes del Congreso es ese mítico elefante de la leyenda india que cada uno cree que es como su sensación le demuestra.

Todo el día 23F de 2021 está siendo -en todos los medios- un continuo señalar actuaciones poco conocidas (o supuestas); posiciones cambiantes (o siempre cambiadas); personajes decisivos o comparsas; y siempre el Rey D. Juan Carlos de Borbón en el límite del escenario analizando sus gestos y tiempos.

Seguramente no es fácil, pero hay que intentarlo: la misma persona que detiene un golpe de Estado, puede llevarse un montón de euros ilegalmente y nada tiene que ver una cosa con la otra.

Hoy, si el Rey Juan Carlos hubiera estado en la cárcel por alguna apropiación indebida, yo hubiera estado maniféstándome al grito de ¡Viva D. Juan Carlos! en la puerta de la prisión.

Original en luissolana.com