Ejercicio de autoridad del Real Madrid

Por experiencias pasadas, el Real Madrid  a pesar del resultado del partido de ida (5-2) Salió a enfrentarse al Liverpool en el Bernabéu, como si necesitase ganar para meterse  en  los cuartos de final de la Champions.
  Y ganó (1-0) gol de Benzema, cumpliendo con el guión que estableció Ancelotti en la víspera del encuentro. Desde el arranque, a pesar del resultado favorable que traía de Anfield, jugó con mucha seriedad, firmeza y hasta con tranquilidad. Desplegándose con más energía que el Liverpool, que nunca se rebeló contra su destino. El Real, se movió con mucha soltura, hilvanando las jugadas a través de un Kroos, que estuvo en plan mariscal, muy bien acompañado por el siempre eficaz y trabajador Modric y de Camavinga, que realizó un gran desgaste físico, cuajando un buen partido.
  Por el Bernabéu, pasó un Liverpool muy tímido y sin ninguna marcha. Eso, a pesar de la alineación valiente de Klopp que salió con cuatro delanteros. No se notó, porque los “reds” fueron muy pocos profundos y jugaron con poca entidad  y sin ninguna gracia. Fue un conjunto muy contemplativo, solo activado por algunas jugadas de Salah que fue quien llevó algún peligro hasta que Nacho le ató en corto.
  Dos disparos, uno de Darwin Núñez y otro de Gakpo, fueron los únicos sobresaltos  que ofreció el Liverpool en Chamartin durante toda la primera parte, a los que Courtois respondió con paradas elementales. Sin embargo el equipo de Ancelotti bien pudo adelantarse hasta en dos ocasiones. En una, Alisson le hizo una parada,  estilo balonmano, al siempre inquieto Vinicius que saboreaba el gol pero que en última instancia, sacó el guardameta brasileño con los brazos en molinillo. Camavinga, que estuvo a un gran nivel, mandó un balón al larguero tras fuerte disparo. Benzema también revoloteó por el área, pero sin acierto.
  El equipo del entusiasta Jurgen Klopp, salvo esos dos disparos narrados, ya a penas pisó el área en el primer tiempo ante un Madrid serio que estuvo cerca del gol tanto en el primer acto como en el segundo, que fue cuando llegó.
Por lo que se ha visto, el Real le dijo, a otro de los reyes de Europa, el Liverpool, que el que manda es él. El caso es que el conjunto inglés, fuera por eso, jugó encogido, renunciando a ese juego pletórico y de carga tan característico de los “reds”, equipo que siempre lucha por su honor.
 
    El Madrid no le dio ninguna opción y pasó sin apuros, demostrando que la Champions es su caldo de cultivo. Los blancos hicieron un ejercicio de autoridad total  jugando con una gran convicción desde el principio. Fue dominador en el juego y en el ritmo del partido, con posesiones largas y cuando convenía se activaba en las contras buscando los espacios. Y en encontrar los espacios, nadie como Kroos que estuvo imperial durante todo el tiempo que estuvo sobre  el césped.
  Así llegó el gol en el minuto 78, tanto de Benzema tras pase en el suelo de Vinicius, que como siempre estuvo picante y punzante manteniendo un bonito duelo con Arnold.
  Los blancos pudieron  hasta golear al irreconocible Liverpool que no fue ese equipo de empuje hasta llegar al frenesí. Valverde, solo ante Alisson,  le ganó el duelo con una gran intervención.Y es que el guardameta brasileño sostuvo  a su equipo. De nuevo Valverde, poco después se le escapó un cabezazo por un pelo. A Benzema también se le fue un tiro tras jugada de Vinicius por su banda.
  Resuelto el partido y la eliminatoria desde hacía tiempo, intervino Ancelotti para retirar a un cojo Benzema (no tiene nada importante), a Modric y al Káiser Kroos, el protagonista de la noche, y al agitador Vinicius. El Barça espera el domingo en el Camp Nou.
    Eliminado con todas las de la ley el Liverpool por el global de (6-2), al Madrid le toca esperar rival en los cuartos de final. Atentos al sorteo del próximo viernes.