De Vinicius, a Courtois, el Real Madrid sigue líder

En un intenso y en muchas fases vibrante partido, el Real Madrid ganó al Sevilla (2-1), gracias al portentoso gol de Vinicius, el auténtico protagonista de esta liga; y también gracias a una parada salvadora de Courtois en los últimos instantes del encuentro.
  Con este importante triunfo, el equipo de Ancelotti se asienta en la primera plaza de la clasificación.
  Al Real Madrid estos tres puntos de oro le han costado sudor, mucho esfuerzo y un arreón de última hora para imponerse a un Sevilla, que durante una hora larga jugó estupendamente gobernando el juego a su antojo , pero se hundió al final dejando que los blancos crecieran en su juego y autoestima.
  Y es que el Sevilla de Lopetegui, quien está haciendo un gran trabajo, fue un conjunto muy ordenado. Dinámico con la pelota, firmes en la retaguardia y muy resultón  en el ataque.  Sabía de antemano como jugarle al Madrid, que durante todo el primer tiempo y largos minutos del segundo periodo, dio muestras de fatiga.
  En esta ocasión los centrocampistas sevillanos, con Fernando a la cabeza muy bien acompañado por Rakitic y Jordán junto a la gran colaboración de Acuña que se marcó un partidazo, doblegaron  y maniataron a los del equipo blanco, un tanto perdidos ante la estupenda circulación del balón del Sevilla.
  Fue un gran primer tiempo del equipo hispalense, pero terminó claudicando por un error de su guardameta Bono, que significó el empate (1-1); y por esa mezcla de genio y mago que  anda suelto, Vinicius, que reventó el partido con todo un golazo en el minuto 86, sin duda el gol de la jornada y puede que de la liga.
  El Madrid sacó mejor resultado que juego, porque durante una hora estuvo a merced del Sevilla que maniobraba con total libertad, sin ninguna interferencia por parte madridista, que daba señales de cansancio. Y es que de miércoles a domingo, siempre vemos a los mismos jugadores y eso se terminara pagando, si Ancelotti no hace algo con todo lo que tiene. Pero eso, es otra historia.
  El caso es que el Sevilla, un auténtico hueso de equipo, fue quien empezó dando primero con el gol de cabeza de Rafa Mir minuto 11, que cabeceó como si estuviese en el salón de su  casa, solo cómodamente ante la mala defensa de los blancos.
  El Madrid seguía con un gran empanada mental ante la buena organización de un Sevilla muy pinturero que seguía  bien colocado sobre el terreno de juego, negándoles a los blancos la salida del balón.  La cosa pudo ser peor para los locales si un  remate de Ocampos, infatigable este jugador, no toca en el larguero.
  El Real Madrid seguía sombrío y triste, con fallos en las entregas de Carvajal y algún que otro. No había imaginación ni ideas. Pero de pronto, vio la luz tras un fuerte disparo  a 30 metros de Militao, sorprendiendo a Bono que en su intento de bloquearlo lo mandó al palo y por ahí pasaba Benzema que se aprovechó para empatar.
  La igualada cambió  algo la tendencia para el Madrid que pudo irse con ventaja al descanso, en una clara ocasión de Asensio servida por Vinicius.
  El empate era un resultado excesivo para lo poco que había hecho el Madrid ante un Sevilla más pujante, que reclamó un penalti en una jugada entre Alaba y Ocampos. Hubo contacto pero el VAR volvió a estar mudo. Igual que en otro posible penalti a Vinicius, en la recta final. El colegiado Sánchez Martínez no quiso saber nada.
  El Real Madrid en el segundo periodo volvió a estar sometido ante la buena presión sevillana que seguía con su dominio pero no llevaba peligro ante la buena defensa rival. El Real estaba como agazapado esperando sorprender en una contra. Asensio a punto estuvo de dar el zarpazo en un disparo de los que no se le suele escapar.
  A Ancelotti, entonces, le vino la inspiración y se dio cuenta que a los suyos les faltaba nervio y piernas. Nadie mejor para buscar la reacción que Valverde y Camavinga que sustituyeron a Asensio y a Modric, respectivamente. Con ellos  llegó la reactivación. El Madrid se transformó y se hizo dueño del partido en los últimos 25 minutos. Y en este tiempo, apareció Vinicius que hasta entonces no había estado en el partido. Aparece hasta cuando no está. El brasileño se fue caracoleando  al borde del área  para lanzar un misil  que entró por toda la escuadra de la portería de Bono.  Todo un golazo, que vale su peso en oro.
  Con el 2-1, estalló la portería sevillista y estalló el Bernabéu, que ve a Vinicius como su nuevo ídolo. El grito fue unánime: “Illa.Illa.Illa. Vinicius maravilla”
Estalló el estadio después de un partido donde su equipo se sintió vulnerable,dominado pero que rescató la victoria porque fue fiel  a sí mismo. A esos finales donde el Madrid es único por vivir  en los minutos en los que demás mueren, sea con el pie como el trallazo de Vinicius o con la parada milagrosa de Courtois a Delaney en el último suspiro.
  De Courtois a Vinicius, el Real Madrid sigue líder.