Daena se encargará de todo
Daena, en el lenguaje del Avesta (lengua hermana del sánscrito védico) significa «El camino de la luz», donde «dae», pronunciado «day», sería «luz», un término que es celebrado como uno de los 30 días del mes, por lo general reservado como un atributo de la divinidad y «na», pronunciado «naa», sería «el camino de».
A nuestra superficie sensual llegan aquellos discursos que tratan no desviarse ni perderse en la profundidad del significado ni en la supuesta belleza del significante, pese a que Richard Wollheim nos advierta que en los dominios del arte nunca habrá una comunicación completa entre la actividad del artista y la reacción del espectador.
A éste se le pide solapadamente casi un imposible, como es que sea capaz de ordenar y entender una obra de arte en más de una forma distinta.
Partiendo de la base de que hay unos valores tan evidentes y reconocidos como la libertad de percepción y comprensión, el receptor debe arreglarse y encararse con la obra sin reglas tipificadas, sin ambigüedades y rescatando conceptos y significados, y tomando conciencia de que una definición del arte a estas alturas es imposible y la cantidad de problemas conceptuales para establecer un método de identificación -en este supuesto no hay ADN que valga- es inalcanzable.
Vuelvo a Wollheim con tozudez con el fin de agarrarme, en un siguiente paso, a lo de que el estilo es una noción esencial para una aprehensión más ajustada de la obra, lo cual no descarta que es más importante que el artista la conciba mediante una constante reflexión sobre la misma y esté poseído de su propia verdad en tanto espacio de visión, creación y transformación.
También ha de concurrir que el arte, tal como lo especifican varios autores, debe estar inmerso, imbuido, en el común de la humanidad, haciéndose así trascendente, creíble, perdurable, y en algunos casos, eterno.
Bien que Jordi Ibáñez, un tanto agudo y sagaz, lo completa dictaminando que unos artistas transmiten
Al final me consuelo con el mito iraní de Daena, esa imagen femenina celestial de la fe (en el arte) que viajará conmigo en mi travesía al otro mundo, dado mi fracaso en la vitalización del arte y la artistización de la vida.
Gregorio Vigil-Escalera
De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)