Cuatro fallecidos tras una fuerte explosión en un edificio en pleno centro de Madrid

Fátima CAballero/Sofía Pérez de Mendoza/Cristina Armunia Bergés/eldiario.es Una fuerte explosión se registraba poco antes de las 15:00 horas del miércoles en el centro de Madrid. Un edificio a la altura del número 98 de la calle Toledo, en el barrio de La Latina de Madrid, quedaba muy dañado tras la deflagración.

El Ayuntamiento de Madrid confirmaba que, según los primeros indicios, se trata de una «explosión de gas» sobre el «inmueble de viviendas situado sobre la parroquia de la Paloma». Fuentes de la Delegación del Gobierno apuntan a esa misma causa para explicar el suceso. «Las llamas que se están viendo es gas que están quemando los bomberos», indicaba por su parte la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que también se desplazó al lugar del suceso.

La explosión ha costado la vida a cuatro personas, dos de ellas eran «viandantes que pasaban por la calle» en el momento de la deflagración, confirmó el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado. Inicialmente el balance era de dos fallecidos, una mujer de 85 años y un varón. Pero el delegado del Gobierno, José Manuel Franco, constató la muerte de una persona más, un feligrés próximo a la parroquia estaba reparando la caldera en el momento del estallido.

Durante toda la tarde, la información oficial ha sido que esta persona estaba desaparecida, pero Franco ha informado de que es uno de los tres fallecidos. Se trata de David Santos Muñoz, de 35 años de edad. En contra de lo que se pensaba sobre la muerte de una anciana, los otros dos fallecidos, según adelantan a elDiario.es fuentes próximas a la investigación, son dos hombres de 45 años ambos: Javier García Sepúlveda y Stefko Ivanov.

Finalmente ha fallecido durante la madrugada del jueves uno de los once heridos atendidos por el Samur, según ha confirmado la Archidiócesis de Madrid. Se trata de un hombre de 36 años, sacerdote, con politraumatismos y que fue trasladado al hospital La Paz. Otros dos heridos leves han recibido atención en el Clínico y en el Ramón y Cajal, por fractura de peroné y traumatismo craneoencefálico leve, respectivamente. Solo una persona permanece ingresada todavía.

Infografía de Efe sobre la explosión en la calle Toledo, 98.

Un colegio (La Salle La Paloma) y una residencia de mayores (Los Nogales) anexas al edificio se evacuaron con gran rapidez y no registraron ningún herido. Los escolares no estaban utilizando el patio, pegado al inmueble donde se registró la explosión, y eso salvó su integridad, enfatizó la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso.

El inmueble afectado es una casa parroquial donde viven los curas del templo, ha confirmado el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, presente también en las inmediaciones del lugar. En las plantas quinta y sexta del edificio donde se ha originado la explosión vivían varios sacerdotes. Uno de ellos es el herido de gravedad trasladado a La Paz que finalmente ha fallecido. El edificio ha quedado muy dañado, perdiendo completamente la cubierta y los tabiques de cinco de sus siete plantas. La Policía Nacional ha movilizado a 120 efectivos, entre ellos TEDAX, con la misión de entrar en la zona y confirmar las causas de la explosión. Aún no están confirmadas al 100%.

Sin heridos en el colegio ni en la residencia de mayores

El anexo es una residencia de mayores, Los Nogales La Paloma. Fuentes de la empresa aclaraban poco después de la explosión que no había ni residentes ni trabajadores heridos. Inicialmente los 56 residentes, ilesos, fueron trasladados al hotel situado frente a la residencia pero luego se les desplazó por parte del Samur Social a la residencia Pontones. Las imágenes muestran cómo los trabajadores han salido del centro residencial tras la explosión. «Ha sido un milagro. Podría haber sido una tragedia de una magnitud muy grande», ha apuntado el alcalde de Madrid en una entrevista en La Sexta.

La calle Toledo está repleta de cascotes, así como el patio del colegio La Salle La Paloma, muy cercano al edificio siniestrado. En el centro escolar no hay heridos. Pedro, que fue a recoger a su sobrino al colegio La Salle, anexo al edificio, confirma que no había alumnos en el patio en el momento de la explosión. «Han evacuado a los niños a la Plaza virgen de la Paloma, a la espalda y han estado esperando a que fueran llegando los padres. Ningún alumno ha resultado herido».

Los servicios de emergencias acordonaron la zona desde la glorieta de Puerta de Toledo. Muchas personas se agolparon en la tarde del miércoles en el perímetro preguntando por sus familiares. Amalia, trabajadora del centro social la Paloma, relata a elDiario.es que tomaba un café antes de incorporarse a su puesto cuando ha escuchado una fuerte explosión. «He visto que los niños estaban saliendo a la calle en grupos y he dicho qué raro, y ya he visto a mi compañera llorando que había explotado el edificio». «Se me ha puesto el corazón… A mi compañera le han caído cascotes y todos los cristales del centro estaban destrozados», relata visiblemente nerviosa.

Juan Luis, vecino del número 94, estaba en su casa, que da a la calle Toledo en el momento de la explosión. Dice que ha visto por la ventana a un herido por los cascotes. Ha cerrado el gas y ha bajado a la calle donde había “mucho olor a gas”. En seguida la Policía ha desalojado la zona. Oihane, una vecina de la zona venía caminando por el Puente de Toledo cuando ha escuchado «una explosión gigante». «Ha empezado a subir una nube gris muy extraña», cuenta. «Estaba en mi habitación tranquila y escuchamos un sonido muy fuerte de repente y un temblor enorme en el edificio. Toda la familia asustadísima sin saber qué pasaba. Hemos salido y los vecinos estaban asomados. Solo escuchábamos sirenas y veíamos gente corriendo”, explica, por su parte, Celia Sola, que vive en la Puerta de Toledo.

Una vecina de la Calle Toledo que salía de casa pocos minutos después para ver en qué estado se encontraba su edificio y su coche ya no pudo volver a casa. “Estaba en casa y he dicho voy a ver cómo tengo el coche y ya no me han dejado entrar. Vivo justo en frente. El edificio ha botado literalmente. La excusa que me han dado a mí es por si se repite algo. ¿Y los que están dentro qué pasa? ¿No tienen peligro?”, se preguntaba bajo el toldo de una farmacia, resguardándose de la lluvia. A su lado, otro vecino protestaba porque llevaba dos horas esperando poder entrar en su casa porque tenía a su abuela sola en el interior.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lamentado los fallecimientos y se ha puesto en contacto con el alcalde de Madrid para expresarle su «apoyo y solidaridad», ha escrito en una mensaje de Twitter.

Con información de Pedro Águeda, Jesús Bastante, Marta Borraz, Belén Remacha, Raúl Rejón y Esther Palomera.