¿Cómo piensa usted que es verlo todo negro?
En nuestro país, en esta etapa tan raquítica y ramplona, todo lo vemos negro, desde las emociones hasta la última de las razones. Y seguramente será porque como escribía Diderot no hay nada más eficaz en un cuadro (cuadro/nación, diría yo) que la verdad del color, ya que es lo que les da vida a los seres.
Lo mismo sucede si nos remontamos a Hegel cuando declaraba que la verdadera tarea es el color, que es el auténtico material de la pintura. Al igual que Cézanne, que tampoco se queda atrás al afirmar que sólo hay un camino para expresar todo, para traducir todo: el color. El color sentido como sensación y sentimiento.
Por eso, si el color, según Kandinsky, es la tecla, también en él hay una acción sensible y moral en palabras de Goethe, y en el caso del negro un silencio de muerte.
En la actualidad, en que las manifestaciones artísticas han cambiado, incluso hasta alcanzar elaboraciones y experimentaciones casi imposibles, el negro no ha variado de signo: un estado de putrefacción y ocultación, ¿previo a un descenso a los infiernos? No, esto es imposible porque muchos españoles ya están en ellos y otros a punto de caer y conocerlos.
Gregorio Vigil-Escalera
Miembro de la Asociación Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)