Cartas sin llamas en Madrid: locales que sirven flameados empiezan a retirarlos después del incendio en Manuel Becerra

Nerea Díaz Ochando/Somos MAdrid/eldiario.es El pasado mes de septiembre, el restaurante Burro Canaglia promocionaba uno de sus platos más llamativos con el siguiente texto en su perfil de Instagram: “¿Para amantes del picante? Sí. ¿Para amantes del postureo? También. Pídele lo que sea a la inferno y ella te lo da”. Encima, la imagen de una pizza en llamas transportada por un camarero, en una imagen muy plástica, recibía 128 me gusta. Hoy esta publicación ha desaparecido: la empresa la retiraba de su perfil horas después del incendio ocurrido en su local de Manuel Becerra en el que murieron dos personas y varias resultaron heridas.

 

MAS: Una pizza flambeada y la decoración, detonantes del fuego que convirtió en «una ratonera» el restaurante de Madrid

La moda de los platos instagrameables ha hecho que las cartas de muchos lugares de Madrid se hayan poblado de este tipo de platos flamígeros. En una búsqueda rápida por redes sociales podemos hacernos con una lista de al menos una decena de restaurantes en la capital que utilizan técnicas gastronómicas que implican fuego en sus creaciones. Al riesgo propio del soplete o las bengalas, se suma la aplicación de estas prácticas en entornos peligrosos para su uso, ya que las decoraciones vegetales en el interior de restaurantes son cada vez más frecuentes.

El reciente incendio en el restaurante Burro Canaglia ha abierto un debate en el mundo de la hostelería, en el que se plantea si la decoración y el espectáculo pueden ser compatibles con la seguridad en los establecimientos. La consternación por el trágico suceso del pasado viernes ha llevado incluso a algunos restaurantes a tomar la inminente decisión de cesar el uso del flameado en sus recetas.

Rosi la Loca, Inclán Brutal Bar y Calle 365 han anunciado mediante un comunicado difundido en redes retirar los platos con llamaradas. “Con objeto de seguir garantizando la seguridad más estricta de nuestros locales a clientes y trabajadores, la dirección ha decidido suspender las presentaciones de platos que involucren fuego, prohibir el uso de bengalas en celebraciones y cualquier material de naturaleza pirotécnica”, escribían explicando la decisión. Estos locales, con abundante decoración floral en sus techos y paredes, han sido los primeros en dar un paso para evitar un accidente similar al del restaurante ubicado en la plaza de Manuel Becerra.

La creación de recetas específicas hechas para fotografiar es cada vez más común. En algunos casos los restaurantes optan por el uso de recipientes con formas originales como en Inclán Brutal Bar, donde puedes beber un cóctel sobre la cabeza de Bob Marley, Freddie Mercury o Valle Inclán, y en otros introducen elementos como el nitrógeno o el fuego para llamar la atención de sus clientes.

Posiblemente, la técnica más recurrente es el flameado con soplete. La lista de restaurantes que lo ponen en práctica es inmensa, aunque se encuentra en mayor medida relacionada con la comida italiana y asiática. Sibuya incluye este espectáculo flameante en uno de sus platos de sushi, mientras que Sala de Despiece lo hace en carnes, pescados y postres. El Amargo Place To Be, que lleva varios meses cerrado, también hacía saltar las chispas con uno de sus cócteles más famosos. En Zielou, además de flamear sus zamburiñas, utilizan de forma recurrente bengalas en eventos.

Esta “moda” cuenta con un gran escuadrón de detractores que lanzan constantemente sus críticas al universo foodie y la necesidad de convertir en una sesión fotográfica cualquier comida. La calidad queda relegada a un segundo plano en muchos de estos casos, los comensales prefieren una sorprendente presentación a un buen bocado. Aunque esta tendencia, en un principio, es inofensiva, dispersa la atención de otros aspectos esenciales.

La decoración llevada al extremo también forma parte de esta revolución culinaria en la que todo entra por los ojos. En Burro Canaglia las plantas artificiales estaban por todas partes, en el techo, en las paredes e incluso rozaban a los comensales cuando estaban sentados en las mesas. Con este mismo patrón encontramos infinidad de establecimientos como Lettera Trattoria, el italiano que tiene un olivo en medio del local, Bel Mondo, con arcos inmensos de hojas y flores que cubren las mesas, o La Borda del Mentidero.

Posturas enfrentadas en la hostelería madrileña: erradicarlo o mantenerlo

Después de lo ocurrido, se plantea la duda de si se podría haber evitado el fuego con una decoración más austera, unos materiales ignífugos y mayores medidas de seguridad a la hora de integrar este tipo de presentaciones. Además, los hosteleros de la capital se preguntan si todos los restaurantes que actualmente utilizan el flameado en sus platos deberían modificarse o prepararse en cocina y no sobre la mesa.

“Nunca te imaginas que puede pasar esto hasta que ocurre”, cuenta a Somos Madrid uno de los socios del restaurante Quadrato Pizzeria, donde también incluyen en su carta una pizza flameada como la de Burro Canaglia. Al conocer la noticia del incendio, el hostelero quedó consternado, “me impresionó mucho, cuando haces este tipo de cosas no piensas que pueda llegarte a pasar a ti”.

El dueño de este restaurante italiano desconocía que otros locales de Madrid utilizasen esta técnica: “No sabíamos que había otra pizzería que lo hacía y eso nos dejó un poco tocados, porque nosotros hacemos lo mismo con una de nuestras pizzas”. Tanto él, como el resto de socios de Quadrato Pizzeria, tienen pensado reunirse en los próximos días para tomar una decisión sobre el mantenimiento de este plato en su carta, aunque en su decoración apenas cuenten con elementos vegetales ni inflamables.

En cualquier caso, desde esta pizzería consideran que la diferencia del restaurante incendiado con su local es que este “se prestaba mucho para un accidente, tenía mucho verde, plantas de plástico en el techo y eso ayudó a propagar el fuego”. No restan importancia al hecho de que compartan el uso del flameado en sus pizzas, pero no creen comparable la distribución y decoración de su establecimiento con Burro Canaglia.

Las posiciones ante el suceso se encuentran divididas, mientras que algunos abogan por el cese de estas prácticas, e incluso, lo aplican desde este mismo momento, otros consideran que no se debe enjuiciar esta técnica por un caso aislado. Es el caso de la cadena de restaurantes Lara Grill sobre su postura ante lo ocurrido, ya que hace unos meses incluían en su carta un pepito con fondue de queso flameado. Uno de sus responsables de comunicación considera que aunque ya no cuentan con este plato en su carta, “no lo quitaría por un incidente”. “No podemos dejar de hacer las cosas por algo que pasó en un sitio, hay que tomar previsiones y ya”, explica a este periódico.