Busquen, busquen
En nuestra época el arte se ha abierto y extendido por completo, y es fácil perderse a través de él porque su inteligibilidad ha sufrido un giro contrario, por el hecho de que en un momento determinado se carezcan de criterios para distinguir entre lo banal y los auténticos valores artísticos, llegándose a afirmar incluso que el problema del arte contemporáneo no es tanto su futilidad cuanto su dependencia procedimental, estratégica e intelectual del mercado (Salabert).
Las tendencias más rupturistas quieren acabar con la metaforización, la formulación simbólica, la representación, la sensibilidad, etc., obligando con ello al espectador a investigar, pensar, racionalizar, ante un arte tecnológico, industrial, óptico, ambiental, conceptual, cuya presencia física brilla en muchos casos por su ausencia.
Es así como lo que se antepone actualmente en el ámbito de trabajo de un autor es la búsqueda incesante de los tipos de recursos materiales, tecnológicos, científicos, intelectuales que va a utilizar en cada fase de su trayectoria como creador.
Tal indagación no está definida en un principio, pero una vez realizada la selección, aprovechando incuso herramientas informáticas y cibernéticas, la idea toma cuerpo y en función de ella se procesa conforme al propósito concebido.
Lo que al final ocurre –no siempre- es que aun con esa fría racionalización, planificación y sistematización, se hagainevitable que el desarrollo, afortunadamente, se vea afectado por distintas dosis de subjetividad, aleatoriedad, contingencia y eventualidad, lo que indica que lo intrínseco del creador es irreductible en su totalidad, gracias a lo cual ese discurso tan locuaz sobre la estética visionaria pura se queda en un análisis retórico tan breve como un ratón en la boca de un gato.
Gregorio Vigil-Escalera
De las Asociaciones Internacional, Española y Madrileña de Críticos de Arte (AICA/AECA/AMCA)