Almendros en flor en la Quinta de los Molinos: guía para disfrutar de su manto blanco

SomosMadrid/eldiario.es Cada mes de febrero y solo durante dos semanas, 1.500 almendros ofrecen un espectáculo natural poco habitual en Madrid. Son los ubicados en la Quinta de los Molinos, el parque de la zona Este de la capital que se transforma durante este tiempo en un lugar donde los tonos blancos y rosados llenan sus paisajes.

El espectáculo comienza en esta antigua finca señorial con la llegada de las temperaturas primaverales (en los inviernos más severos puede retrasarse hasta marzo), que en este 2022 han llegado a mediados de mes, lo que ha provocado una floración normal, que comenzó el pasado fin de semana y que este 19 y 20 de febrero se encontrará en su máximo apogeo.

Para recrearse la vista con el espectáculo solo hay que acudir a este espacio del distrito de San Blas-Canillejas, en horario de apertura del parque (de 6.30 a 22.00 horas). Las instalaciones cuentan con cinco puertas: la que más público utiliza es la situada en la calle de Alcalá, a la salida del Metro en la estación de Suanzes. Además de esta hay otros accesos en la calle Juan Ignacio Luca de Tena, en la avenida 25 de septiembre, en la calle Doctor Zamenhof, y en la calle Miami.

Este es el plano del parque, con cada uno de los accesos señalados con círculos:

Plano y entradas al parque de la Quinta de los Molinos

Los almendros están situados a ambos lados del paseo principal, en la zona de huertos de la antigua finca señorial. Se pueden ver caminando de sur a norte. Si el paseante accede desde el metro de Suanzes y entra por la puerta principal, se los encontrará primero a la derecha y, andando hacia la mitad del parque, también en los campos de la izquierda.

Además, de deleitarse con las flores de los almendros, los visitantes también pueden contemplar otras especies como olivos, pinos, higueras, lilos, retamas, romeros, hibiscos, adelfas, avellanos, tarajes y otras menos habituales como feijoas, eucaliptos, azufaifos o paulonias. A su completa flora se le añade una fauna compuesta por muchas aves, entre las que destacan mirlos, petirrojos, verdecillos, verderones, palomas torcaces, gorriones, jilgueros o incluso algún cormorán que ronda el lago del parque, donde también habitan carpas y tortugas.

Siguiendo el recorrido de sur a norte, el paseo llega hasta los jardines del antiguo palacio de la quinta, con el citado lago, algunos estanques y una serie de caminos que pasan por edificios auxiliares como la Casa del Reloj y desembocan en el Palacete de la Quinta. Esta antigua residencia de del arquitecto César Cort Botí, quien ideó este entorno, es hoy un edificio municipal -el Espacio Abierto– donde se programan talleres y actividades enfocadas a niños de todas las edades.

El plan de paseo se puede completar con una visita al restaurante-cafetería del edificio, La Quinta Cocina, una escuela de hostelería que además trabaja con la integración en la que se puede degustar una variada carta de cocinas del mundo, tanto para desayunos como meriendas o comidas. Está abierta de 10.00 a 20.00 y dispone de una terraza que da a un agradable césped. Las instalaciones cuentan con una ludoteca donde poder dejar a los niños jugando o leyendo.