Al arte por el arte le pusieron muchos cuernos

Se cree que la expresión “l´art pour l´art” apareció por primera vez en 1833 utilizada por Hippolyte Fourtoul con motivo de una controversia con Víctor Hugo, que, aunque en la actualidad es una referencia casi maldita, hipócritamente esgrimida, en su día tuvo ciertas vinculaciones con posiciones de corte anarquista, en su ánimo de eliminar la consiguiente exigencia de todo propósito moral o utilitario.

Se constituía, consecuentemente, tanto como una declaración antiburguesa –en aquella época infectada de una moralina estúpida- como contraria a los postulados socialistas del sansimonismo o republicanismo –más tarde sus enemigos serían otros y peores-. Sólo basta con poner de ejemplo a Petrus Borel que popularizó el insulto de “filisteo” para identificar a todos aquellos que defendían esos valores utilitaristas y moralistas.

Por lo tanto, en su origen tal enunciado proclamaba la libertad total y el antagonismo ante todo aquello, fuese social o político, que condicionase o sometiese el ámbito artístico, lo que, no nos engañemos, no se opone a su misión como intérprete y expresión en su globalidad de la sociedad.

Tal es el caso incluso de Charles Baudelaire, que finalmente se convirtió en un ardiente defensor de esta línea de pensamiento estética, que era antiacademicista y también contrapuesta a todo idealismo, pues de lo que se trataba era de postular una creación imaginativa, tanto en el orden formal como en su planteamiento temático.       

Gregorio Vigil-Escalera

De las Asociaciones Internacional y Española de Críticos de Arte (AICA/AECA)