Antes de comenzar a desmenuzar  lo que fue el derbi madrileño, no puedo ni debo pasar la ocasión   de hablar de la selección española de baloncesto que nos ha proporcionado la enorme alegría, de proclamarse campeona del Eurobasket, al derrotar en la final a Francia por 88-76, con una épica exhibición de juego de equipo: Todos a una sin estrellas.
  Los hermano Hernángomez, con  Willy declarado el jugador más valioso del torneo y Los sietes triples de Juancho, guiaron a España a su cuarto título continental.

   Esta vez, luce el oro con más brillo porque lo que ha hecho la selección española de baloncesto es una gesta impensable que raya en la leyenda. La España infinita,una auténtica familia, es la campeona de Europa. Hay quien de más?
   Si el alma de este combinado español  ha sido Rudi; el arquitecto lo ha sido,  ese gran entrenador  llamado Sergio Scariola, quién  se sacó de la manga una selección con hasta siete jugadores que jamás habían estado en cumbres tan altas.

   La selección de Scariolo, barrió a Francia con una demostración de baloncesto gremial, solidario, todos a una, nadie por encima de nadie. El grupo que se presentó en el torneo para hacer un cambio generacional ha firmado una de las grandes gestas del deporte español.

   Nadie daba un duro por esta selección, y,  cuando digo nadie es nadie, que no me vengan ahora con cuentos chinos. Ha roto con todos los pronósticos.
   Los nombres de los 12 jabatos de Berlín ya son parte de nuestra historia. ¡¡Bravo,campeones!!  

          EN EL METROPOLITANO TAMBIÉN BAILÓ  EL MADRID

   El derbi del fútbol madrileño y la final del Eurobasket coincidieron. Mientras España daba buena cuenta de los franceses; el Real Madrid lo hacía frente al Atlético,  al que derrotó  por (1-2) en el Matropolitano que estuvo muy encendido y, que por cierto, tuvo el repugnante gusto de lanzar insultos racistas a Vinicius, en los albores del encuentro.

  El triunfo del Madrid se fraguó en dos zarpazos de Rodrygo y Valverde, lo jugadores de moda que forman una pareja de mucho voltaje. El equipo de Ancelotti, tuvo mucha más pegada que el Atlético, que fue un quiero pero no puedo.
  Con este importante triunfo, los blancos continúan con su inmaculado camino. Sigue invicto en la liga y en lo que va de temporada. De momento, no hay quien le frene.

   El derbi fue lo que se esperaba: duro, bronco, con mucho ruido y bailes incluidos. Pero  por encima de estas circunstancias,había un partido de fútbol. Cada equipo salió con sus armas.

    Simeone, quiso sorprender sacando por primera vez como titular a Griezmann, en detrimento de Morata, para asociarse con Joao Félix; con Llorente y Carrasco por las bandas. En el Madrid, Ancelotti no cambió el guión, su once titular tipo.

   El partido comenzó con  distintos  velocidades. El Atlético se acercaba al área  de Courtois con excesiva tranquilidad, como meciendo el juego; mientras que el Real se desplegaba a todo ritmo y sin contemplaciones. Si los rojiblancos tanteaban al guardameta belga; los blancos se acercaban con muy malas intenciones y a toda marcha. No se andaban por las ramas. Así durante casi todo el primer acto, donde el Atlético ante el empuje del Metropolitano ponía más mordiente, pero su juego era más aparente que real. El Madrid era más directo.

   A los 18 minutos el Real sacó el martillo. Tchouaméni, que está demostrando ser un fino estilista, levantó la vista, vio la carrera de Rodrygo, le dio un exquisito pase al que no llegó Felipe y marcó todo un golazo. La samba apareció en el Metropolitano con el baile de Rodrygo y Vinicius..y cayeron objetos.

  El gol hizo daño al Atlético que pasó por malos momentos ante el juego de posesión y toque de los madridistas comandados por esa pareja ilustrada que forman Modric y Kroos.
   Los blancos apenas sufrían, más allá de algún lanzamiento de Griezmann, el mejor de los rojiblancos, o algún amago de Carrasco. Por el contrario, el Madrid en cada jugada transmitía inquietud. En una pared entre Modric y Vinicius, el brasileño aceleró partiendo en dos a la defensa rival. Su disparo lo escupió el poste, pero apareció Valverde, arrollador como siempre, para hacer el 0-2 con el que se llegó al descanso.

     El segundo periodo, fue de control madridista y llamada  a rebato de los atléticos, que entonces fueron más directos y jugaron con más fuerza e intención, aunque todo se desvanecía cuando llegaban a los dominios de Courtois. El Madrid ni se inmutó,  nunca se le vio angustiado. Se refugiaron en su defensa que es todo un seguro. Kroos y Modric con su partitura, se bastaban para marcar el ritmo y mantener el orden.

  Por más que Simeone agitó el tablero, situando a Witsel en el centro del campo y sacando a Cunha y Morata con Griezmann como correo, el guión del partido no varió. Al Atlético tal vez le faltaba más veneno y  a la vez, más temple. Solo prendió la chispa, cuando en el ocaso del partido, Hermoso sin querer,vamos de chiripa, le dio con el hombro en un saque de esquina  que se coló en la portería de Courtois, que salió en falso.

   El derbi, no defraudó. El Atlético de Madrid  se esforzó todo lo que pudo y el Madrid con orden y velocidad terminó ganando tres puntos que le siguen encaramando en lo más alto de la clasificación. Pleno total.